Yolanda Díaz reconoce que Errejón no debió haber sido diputado ni portavoz de Sumar

La vicepresidenta asegura que habló con Podemos y Más Madrid sobre una supuesta agresión sexual en 2023 del ya exportavoz, pero que la investigación se cerró tras borrarse el tuit que lo denunciaba.

"Si en la elaboración de listas yo hubiera sabido que Íñigo Errejón era un presunto agresor sexual, ya les digo yo: (...) de ninguna de las maneras iba a formar parte de un espacio de representación pública".

Yolanda Díaz ha tratado de despejar así cualquier duda sobre si conocía o no los presuntos casos de agresión sexual protagonizados por quien hasta el pasado jueves fue portavoz de Sumar. De haberlo sabido, ha dicho este lunes a última hora de la tarde, habría actuado de inmediato. "Es evidente que no tenía que haber sido ni diputado ni portavoz, pero esa información la tenemos desde esta semana", ha asegurado la vicepresidenta en la que es su primera comparecencia ante los medios en España después de una reunión de algo más de dos horas con los diputados del grupo parlamentario, que sufre una grave sacudida tras el estallido del caso de Errejón y ante la creciente presión interna para depurar responsabilidades.

A Díaz le han preguntado por otro episodio anterior al de la actriz Elisa Mouliaá —el único por el momento en el que la presunta víctima ha denunciado dando su nombre los hechos—, una denuncia anónima en un tuit sobre otro presunto abuso que habría cometido el exportavoz de Sumar durante un festival en Castellón en 2023. Díaz ha asegurado que habló entonces con Ione Belarra, secretaria general de Podemos, cuando supo, a través del equipo de la vicepresidenta, que se había publicado ese tuit. "Como han dicho las compañeras de Más Madrid, es verdad que abrieron una investigación y que después comentaron a mi equipo que esta investigación se había cerrado". Díaz ha recalcado que se le informó de que la autora del tuit lo había retirado tiempo después. La semana pasada Más Madrid acusó a Errejón y a su ya exjefa de gabinete, Loreto Arenillas, de "minimizar la agresión".

La vicepresidenta, que no ha hecho mención alguna sobre quién ocupará el puesto de portavoz que Errejón ha dejado vacante —un debate que ante las exigencias de IU, el grupo ha decidido aparcar—, ha respondido a las críticas que la acusan de no haber reaccionado a tiempo haciendo un relato de cómo conoció los hechos que han derivado en la mayor crisis desde su creación en el interior de la plataforma que ella fundó. "El martes 22 comparecí en el Congreso y, a última hora del día, se me comunicó una denuncia muy grave contra Íñigo Errejón. La gravedad nos obligó a investigar los hechos. El miércoles por la mañana, desde Faro [Portugal, donde había acudido a una cumbre], seguí las investigaciones. Esa misma tarde me puse en contacto con Errejón. Créanme: tuve una de las conversaciones más difíciles de mi vida. En esta conversación me reconoció actitudes machistas y vejatorias contra las mujeres. El jueves volví a hablar con él y lo expulsamos de todas las responsabilidades públicas; le pedí el acta de diputado y el cese en todas sus responsabilidades orgánicas. Si hubiera tenido conocimiento de hechos tan graves anteriormente, habría actuado con la misma contundencia de esta semana. Cuando hablé con él y reconoció los hechos, no abrimos ni siquiera un expediente administrativo. Aceptó los hechos y decidió unilateralmente publicar una carta que no comparto en absoluto. Se llama machismo, y esta violencia no tiene cabida en la vida pública".

Sobre el caso, Díaz ha insistido que lo único que conocía es que Íñigo Errejón "asistía a terapia". "Y por él mismo sé que estaba mucho mejor", ha especificado, para añadir "no tengo conocimiento de nada más", para insistir de nuevo en que la decisión de cesarlo "de haberlo sabido" antes, la habría tomado "con idéntica contundencia" y "con prontitud y sin expediente administrativo".

Díaz, que dimitió como coordinadora de Sumar tras los malos resultados en las elecciones europeas del pasado 9 de junio, ha reconocido que existe "desafección ciudadana" tras casos como el que ha afectado a su formación. "La violencia machista no es de izquierda ni de derecha; es violencia machista. (...) Forma parte de la cultura estructural y tenemos que cambiarla".

Díaz se ha abierto a personarse en la causa siempre que lo pidan las víctimas, pero siempre que así lo soliciten ellas. "Lo que tenemos que hacer ahora es defender a las víctimas, acompañarlas, y todo lo que las mujeres quieran que hagamos, lo vamos a hacer. Si quieren que nos personemos, nos personaremos. Pero hoy son las víctimas las que tienen que decir cuál es el apoyo que quieren de nosotras", ha asegurado Díaz, que, no obstante, ha insistido en que "para que funcionen los protocolos, tiene que haber denuncia, y nadie denunció. Tenemos normas penales, pero hay que saber y conocer esos hechos, y lo digo para animar a las mujeres a actuar, porque sí merece la pena", ha recalcado la vicepresidenta cuatro días después del estallido del escándalo y tras mantener una reunión que según un diputado que ha asistido se ha desarrollado con "menos crítica de la esperada".

La comparecencia de la titular de Trabajo en el Congreso se ha producido tras el encuentro con el grupo de Sumar. Una reunión que ha sido "catártica y dura", según describe un diputado, pero en la que las críticas han sido menores de los esperado, afirma, porque "la gente se hace cargo de la dimensión política" del caso. Otro parlamentario da cuenta del desánimo al confirmar que no se ha llegado a una decisión sobre el sustituto de Errejón en la portavocía. "No era el momento de ponerse a hablar de sucesión porque mucha gente está de duelo, lo admiraban", explica.