Economía Alemana

Los principales institutos económicos alemanes rebajan sus previsiones de crecimiento para 2025, citando la incertidumbre, el pesimismo y los problemas de la industria.

El índice bursátil alemán Dax ha alcanzado máximos históricos a pesar de la incertidumbre política y económica que enfrenta el país. El sólido desempeño del Dax se debe a factores como la ponderación en el sector tecnológico, la falta de descuento de dividendos y la composición internacional de las empresas que cotizan en el índice.

El banco central alemán espera una leve mejora en el tercer trimestre a pesar de la continua debilidad en la construcción y la industria, pero advierte sobre el aumento de las demandas salariales.

La dependencia energética, la transición energética y las críticas a la política energética están provocando una desaceleración del crecimiento económico de Alemania y Europa.

Más allá de las coyunturas, los problemas estructurales de Alemania incluyen: demografía, energía, competencia externa y escasez de mano de obra.

Los expertos advierten de un crecimiento del 0,2% en 2024, la debilidad de la demanda y los problemas estructurales frenan la economía alemana, aunque se prevé un repunte del consumo privado y una menor inflación.

BASF se enfrenta a la débil demanda y altos costos energéticos con recortes que afectarán empleo y producción.

El DAX cerró con un incremento del 0,7% el jueves 28 de septiembre, alcanzando los 15.323,50 puntos. A pesar de las caídas registradas en la última semana, el índice acumula un aumento del 22,42% en el último año. El DAX es un indicador clave de la economía alemana y europea.