La escasez de combustible para aviones está generando un caos en el sector aéreo colombiano, con numerosas cancelaciones y reprogramaciones de vuelos a nivel nacional. El problema, que comenzó a gestarse a mediados de agosto debido a una falla en la refinería de Ecopetrol en Cartagena, está afectando gravemente la operación de los aeropuertos en todo el país. La situación ha llevado a las autoridades y aerolíneas a implementar medidas de emergencia para manejar la crisis.
¿Qué está ocurriendo con los vuelos en Colombia?
Desde el 16 de agosto, una falla eléctrica en la refinería de Ecopetrol en Cartagena ha interrumpido la producción de combustible para aviones, conocido como JET A1. Este problema ha llevado a una reducción significativa en la entrega de combustible a los aeropuertos colombianos. De acuerdo con un comunicado de Terpel del 21 de agosto, el suministro se ha limitado al 85% de lo solicitado, creando un déficit crítico en varias regiones del país.
A medida que la situación se agrava, al menos 13 aeropuertos en Colombia están enfrentando dificultades para cumplir con los itinerarios programados. Entre los aeropuertos afectados se encuentran Valledupar, Pasto, Cúcuta y Leticia, que han tenido que suspender operaciones debido a la falta de combustible. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha enviado una carta a la ministra de Transporte, María Constanza García Alicastro, alertando sobre la gravedad del problema y solicitando medidas inmediatas.
¿Cómo nos afecta la crisis de combustible?
La escasez de combustible está teniendo un impacto directo en los viajeros. La Aeronáutica Civil de Colombia ha advertido que entre el 28 de agosto y el 4 de septiembre, las aerolíneas deberán adoptar medidas de compensación para los pasajeros afectados por la reprogramación o cancelación de vuelos. Estas medidas incluyen la reubicación en otros vuelos, reembolsos y la provisión de servicios adicionales durante la espera.
La IATA, que representa a 330 aerolíneas responsables del 80% del tráfico aéreo global, ha subrayado que la falta de combustible puede desestabilizar gravemente la conectividad aérea del país. En respuesta, las aerolíneas están ajustando sus operaciones, priorizando rutas y realizando ajustes en la programación para minimizar las interrupciones. La situación está afectando tanto a vuelos nacionales como internacionales, especialmente en regiones apartadas que dependen del transporte aéreo para su conectividad.
Medidas tomadas para enfrentar la crisis
Las autoridades y aerolíneas están implementando una serie de medidas para enfrentar la crisis. La IATA ha sugerido una redistribución del combustible disponible para asegurar que las áreas más afectadas reciban el suministro necesario. Ecopetrol ha anunciado que importará 100,000 barriles de combustible JET A1, con una llegada prevista entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre. Sin embargo, esta solución no resolverá el problema inmediato, dado que la crisis continúa afectando las operaciones diarias.
Terpel, por su parte, está trabajando para mantener la continuidad del servicio mediante planes de contingencia, aunque la falta de certeza en el suministro está limitando las entregas. La empresa ha recomendado a las aerolíneas hacer uso eficiente de su logística hasta que se restablezca el suministro en condiciones normales.
Reacciones y controversias
La crisis ha generado diversas reacciones, tanto a nivel gubernamental como en el sector privado. La ministra de Transporte, María Constanza García, ha aclarado que las recientes cancelaciones no se deben únicamente a la escasez de combustible, sino también a problemas en el mantenimiento de las pistas. Por otro lado, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, ha asegurado que la compañía está cumpliendo con el 96% de sus compromisos de suministro de combustible para el mes de agosto.
Sin embargo, la congresista María Fernanda Cabal ha expresado su sorpresa por la advertencia de la IATA en lugar de un comunicado del ministerio. Esta situación ha generado incertidumbre y críticas hacia la gestión de la crisis.
En resumen, la escasez de combustible para aviones en Colombia está generando una crisis en el sector aéreo, con vuelos cancelados y reprogramaciones que afectan a miles de pasajeros. Las autoridades y las aerolíneas están trabajando para mitigar el impacto, pero la situación sigue siendo crítica y requiere soluciones urgentes para evitar mayores complicaciones en el transporte aéreo del país.