La industria láctea de Colombia atraviesa una situación crítica, marcada por una caída significativa en el consumo de leche, según un informe de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán). El estudio revela que el consumo aparente de leche por habitante ha descendido en más de 15 litros en un periodo de dos años y medio, pasando de 162 litros anuales en 2021 a aproximadamente 147 litros en 2024.
Factores que influyen en la caída del consumo
La disminución del consumo de lácteos se atribuye principalmente a factores económicos y al aumento de los precios al consumidor. La situación económica del país, el deterioro del ingreso real y los altos precios de los productos lácteos han impactado negativamente en los hábitos de consumo de las familias colombianas.
A pesar de que el precio pagado al productor de leche ha disminuido un 16% entre marzo de 2023 y julio de 2024, el precio al consumidor ha aumentado un 2,5% en el mismo periodo. Esto se debe a que los altos inventarios de leche en polvo han permitido a la industria ejercer presión a la baja sobre el precio pagado al productor, sin que esta reducción se haya reflejado en los precios finales.
Consecuencias para la cadena láctea
La caída del consumo de leche ha tenido repercusiones en toda la cadena láctea. El acopio de leche, aunque muestra un crecimiento del 2,7% de enero a julio de 2024, mantiene niveles similares a los de 2020, lo que evidencia un estancamiento en la demanda.
Ante esta situación, el sector lácteo colombiano enfrenta el desafío de reactivar el consumo interno. La recuperación del consumo dependerá en gran medida de la mejora en las condiciones económicas generales del país y de una mayor transferencia de la reducción de costos al precio final del producto.
Perspectivas para el futuro
El estudio de Fedegán concluye que para 2025 se espera una posible recuperación del sector, impulsada por una proyectada mejora en las condiciones macroeconómicas y un potencial ajuste en los precios al consumidor que estimule la demanda de productos lácteos.