La oposición reacciona con cacerolazo al discurso de Petro en el Día del Trabajo

Después del discurso de más de una hora que dio el presidente Gustavo Petro en la Plaza de Bolívar durante las marchas del Día del Trabajo, los sectores de oposición reaccionaron con un cacerolazo en zonas residenciales de Bogotá y Medellín, donde se escucharon las ollas para rechazar las palabras del mandatario, que repartió ataques y hasta anunció el rompimiento de relaciones con Israel.

A través de sus redes sociales, el jefe de Estado se pronunció sobre el cacerolazo y arremetió contra los medios de comunicación que registraron el hecho, como es su responsabilidad. Además, les envió un mensaje a las personas que se oponen a su Gobierno y les hizo un pedido.

Petro: "No se encierren en el egoísmo social"

"Hermanitos de la prensa tradicional, ¿quieren llenar sus noticieros con cacerolazos de los barrios de clase alta media? Los escuchamos, los atendemos; pero esta es la realidad de la movilización popular. No se encierren en el egoísmo social, escuchen al pueblo. Nosotros les tendemos la mano en paz", indicó Petro en su cuenta de Twitter.

Además, en otro mensaje, Petro se basó en el apoyo que recibió en varias partes del país y lanzó un indirectazo a la clase alta en Bogotá: "Buenaventura gigante. Escuchen la voz del pueblo oprimido y excluido, amigos y amigas del Poblado, de Chapinero norte y Usaquén, la respuesta no es ni el odio, ni el miedo, ni el egoísmo social; es el acuerdo nacional para abrir a Colombia a la igualdad, la democracia y la paz".

Gustavo Bolívar asegura que el cacerolazo fue un invento de la prensa

En ese sentido, otro de los que también reaccionó fue Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social, quien aseguró que lo que hubo en zonas residenciales fue un invento de la prensa.

"Ese cacerolazo no existía. No estaba convocado. Lo inventó un noticiero para tapar el éxito de las marchas de hoy", dijo Bolívar.

Las marchas del Día del Trabajo se llevaron a cabo en varias ciudades del país y, según el Gobierno, contaron con la participación de más de un millón de personas. Sin embargo, los sectores de oposición aseguran que la cifra fue mucho menor.