Colombia se mantiene con alta actividad sísmica
Colombia es un país sísmicamente activo debido a la interacción de diferentes placas tectónicas (Nazca, Sudamérica y Caribe), lo que genera una dinámica geológica compleja y provoca sismos en gran parte del territorio.Según el Servicio Geológico Colombiano, en Colombia ocurren aproximadamente 2.500 sismos al mes (cerca de 80 diarios), aunque la mayoría no son perceptibles para las personas. Las zonas con mayor actividad sísmica son las costas del Pacífico y del Caribe, así como las áreas cercanas a las cordilleras.
Recomendaciones en caso de sismo
Ante la posibilidad de un sismo, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) recomienda:
- Mantener la calma y prepararse para futuros movimientos telúricos.
- Conocer los riesgos de la zona donde se habita.
- Saber qué hacer en caso de sismo.
- Reportar la ocurrencia de sismos para estimar rápidamente sus efectos y facilitar la respuesta de las entidades de emergencia.
- Llenar el formulario Sismo Sentido del Servicio Geológico Colombiano para reportar los sismos sentidos y ayudar en la estimación de daños e intensidad del movimiento telúrico.
Cómo se originan los sismos
Los sismos son sacudidas causadas por la liberación repentina de energía acumulada que se propaga en forma de ondas. Estas ondas generan movimientos perceptibles en la superficie, que pueden provocar daños en estructuras y la naturaleza.
Las causas de los sismos son diversas, principalmente:
- Movimientos de placas tectónicas que deforman y rompen la tierra, liberando energía.
- Volcanes: la fractura de rocas y el movimiento de fluidos internos causan sismos volcánicos.
- Actividades humanas como la extracción de recursos energéticos, el uso de agua en pozos profundos y la inyección de fluidos en el subsuelo.
Medición de sismos
La magnitud y profundidad de los sismos se calculan utilizando datos de estaciones de monitoreo que registran los movimientos del terreno y estiman la energía liberada.
La magnitud de los sismos ya no se mide en grados, sino utilizando la escala de magnitud de momento, que proporciona una medida más precisa de la energía liberada.
La profundidad se determina analizando el tiempo de llegada de diferentes tipos de ondas sísmicas a las estaciones sismológicas.
Gracias a los avances tecnológicos, actualmente existe una mayor conciencia y capacidad para detectar y difundir información sobre los sismos, lo que contribuye a la preparación y respuesta ante estos eventos.