El delincuente conocido como "El Diablo", capturado el 1 de noviembre, presuntamente lideraba una red de habitantes de calle que agredían a conductores en las calles de Medellín. Las autoridades han registrado 40 ataques de este tipo en lo que va de 2024.
Modus operandi
Según las investigaciones, El Diablo organizaba a un grupo de habitantes de calle para que atacaran a los conductores en las vías de la ciudad. Los agresores lanzaban piedras, palos y otros objetos a los vehículos en movimiento, causando daños y lesiones a los ocupantes.
Captura y antecedentes
El arresto de El Diablo se produjo tras el asesinato de un motociclista en septiembre. La víctima, James Orlando Gutiérrez Gil, murió tras chocar contra un poste después de ser atacado por los seguidores de El Diablo. La captura fue posible gracias a las labores de inteligencia y seguimiento de las autoridades.
El Diablo, cuyo nombre real es desconocido, tiene un amplio historial delictivo. Ha sido condenado por múltiples delitos, incluido el hurto y la violencia callejera. Las autoridades creen que su influencia sobre otros habitantes de calle se debe a su capacidad de manipulación y su profundo conocimiento de las calles de Medellín.
Control e intervención
En respuesta a los crecientes ataques contra conductores, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, ha ordenado un mayor control sobre la población de habitantes de calle en la ciudad. Las autoridades están incrementando las patrullas policiales y ofreciendo asistencia social a los habitantes de calle dispuestos a abandonar las actividades delictivas.
El secretario de Gobierno de Medellín, Juan Pablo Ramírez, ha enfatizado que los derechos de los habitantes de calle no pueden estar por encima de los derechos de los demás ciudadanos. La ciudad está decidida a garantizar la seguridad de los conductores y a reestablecer el orden en las calles.
Estamos en las calles controlando el orden de la ciudad y llevando la oferta institucional para los habitantes de calle que quieran resocializarse y dejar la delincuencia.