El fantasma del deslizamiento vuelve a rondar el relleno sanitario Doña Juana

El relleno sanitario Doña Juana, el más grande de Bogotá, vuelve a estar en el ojo del huracán debido a un estudio académico que plantea la posibilidad de un deslizamiento de gran magnitud en el futuro. El estudio, realizado por el geólogo Juan Diego Lozano como parte de su maestría en geotécnica en la Universidad Nacional de Colombia, concluye que existe una "probabilidad mediana de riesgo" de que una parte de la montaña de basura colapse.

Factores de riesgo

Según el estudio, varios factores contribuyen al riesgo de deslizamiento. En primer lugar, la composición de los residuos que se vierten en el relleno, que contiene una gran cantidad de materia orgánica, genera gases y lixiviados que pueden afectar la estabilidad de la masa de basura. Además, la altura del domo, que actualmente supera los 80 metros, y la pendiente pronunciada también aumentan el riesgo.

Medidas de mitigación

Ante esta situación, el operador del relleno, el Centro de Gerenciamiento de Residuos (CGR), asegura que está tomando medidas para mitigar el riesgo. Entre estas medidas se incluyen la ampliación de las redes de alerta temprana y la instalación de sistemas de extracción forzada de lixiviados y gases. Además, el CGR propone prolongar la pendiente del domo para darle mayor estabilidad.

Debate sobre la estabilidad

Sin embargo, expertos consultados por EL TIEMPO ponen en duda la necesidad de prolongar la pendiente del domo, argumentando que esto podría superar el área concesionada por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y requeriría una gran cantidad de material adicional para rellenar el espacio. Consideran que el sistema actual de piezómetros, que permite monitorear las presiones dentro de la masa de basura, es suficiente para garantizar la estabilidad y que las medidas de mitigación implementadas por el CGR son adecuadas.

Antecedentes

El relleno sanitario Doña Juana ha sido escenario de tres deslizamientos graves en el pasado: en 1997, 2015 y 2020. Estos eventos han causado emergencias sanitarias en Bogotá y han generado preocupación por la seguridad de los habitantes de las zonas aledañas.

La historia del relleno sanitario Doña Juana está marcada por la controversia y los litigios. El operador, CGR, ha sido objeto de dos largos arbitrajes con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) de Bogotá. En 2018, un laudo ordenó a CGR realizar una serie de obras, incluyendo la construcción de una planta de tratamiento de lixiviados, y en 2023, otro laudo obligó al Distrito a reconocerle 65.000 millones de pesos.

El debate sobre la estabilidad del relleno sanitario Doña Juana y el riesgo de deslizamiento continuará en los próximos meses. Las autoridades ambientales, el operador y los expertos deberán trabajar juntos para garantizar la seguridad de Bogotá y evitar que se repitan las tragedias del pasado.