Intento de secuestro sacude el caso de corrupción de la UNGRD: Sandra Ortiz en el centro de la tormenta

La ciudad de Bogotá está siendo testigo de un escalofriante suceso que añade una nueva capa de complejidad al ya intrincado escándalo de corrupción que involucra a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Sandra Ortiz, exconsejera presidencial para las regiones, se encuentra actualmente en el centro de la polémica, y un reciente intento de secuestro ha puesto de manifiesto la gravedad de la situación.

Según informes de Pulzo.com, el incidente tuvo lugar en la Escuela de Carabineros de la Policía en Bogotá, donde Ortiz se encuentra recluida. Dos vehículos sospechosos se acercaron a la estación, con individuos que afirmaban tener una orden de la Fiscalía para trasladar a Ortiz a un búnker de la institución. Sin embargo, los uniformados, al verificar la supuesta orden, descubrieron que no existía tal requerimiento, lo que provocó la rápida huida de los vehículos.

¿Quién es Sandra Ortiz y por qué es clave en el escándalo de la UNGRD?

Sandra Ortiz se ha convertido en una figura clave en la investigación del caso de corrupción que ha sacudido a la UNGRD. Su nombre surgió a raíz de las declaraciones de Olmedo López y Esneyder Pinilla, dos de los principales implicados en el escándalo. Ortiz, quien fue nombrada por el presidente Petro en 2023, fue imputada por tráfico de influencias y lavado de activos tras su renuncia al cargo.

Desde su detención preventiva en diciembre de 2024, Ortiz ha manifestado su temor por su vida y ha prometido «prender el ventilador» con información crucial sobre el caso. Según David Otero, autor del artículo en Pulzo, la situación se ha tornado aún más tensa con las recientes amenazas y el intento de secuestro.

Las acusaciones y la defensa de Ortiz

El caso de corrupción de la UNGRD, considerado uno de los más graves del gobierno de Gustavo Petro, se originó con sobrecostos en la compra de 40 carrotanques para La Guajira y derivó en presuntos sobornos a congresistas para asegurar el apoyo a la agenda legislativa del Gobierno. Sneyder Pinilla, exsubdirector de la UNGRD, señaló a Ortiz de recibir 3.000 millones de pesos destinados a Iván Name, entonces presidente del Senado, a través de Carlos Ramón González, exdirector del Dapre.

En su defensa, Ortiz ha asegurado que Laura Sarabia, mano derecha del presidente Petro, estaba al tanto de las irregularidades en la UNGRD y que se habría gestado un complot en su contra. Sarabia ha negado rotundamente estas acusaciones, calificándolas de «fantasiosas». Además, se ha revelado que la Fiscalía cuenta con videos en los que Ortiz aparece recibiendo una maleta con dinero en efectivo en el Hotel Tequendama, presuntamente destinado a Name.

El futuro de la investigación y la seguridad de Ortiz

El juicio de Sandra Ortiz está próximo a comenzar, y la Fiscalía ha estado rastreando sus movimientos financieros, incluyendo transacciones sospechosas relacionadas con la venta de oro en Ibagué. La seguridad de Ortiz es una preocupación constante, y fue precisamente por este motivo que se decidió que permaneciera en la Estación de Carabineros en lugar de ser trasladada a la cárcel El Buen Pastor.

Testigos clave y amenazas

Adicionalmente, Ortiz declaró que su testigo principal había sido asesinado, lo que varios medios de comunicación han interpretado como una referencia a Pedro Aguilar, conocido como ‘Pedro Pechuga’, con quien sostuvo una relación afectiva. Esta situación añade una capa más de incertidumbre y peligro a la ya delicada situación.

Las autoridades están investigando el intento de secuestro y las amenazas denunciadas por Ortiz. La colaboración de la exconsejera con la Fiscalía es crucial para desentrañar la red de corrupción que rodea a la UNGRD. Sin embargo, su seguridad debe ser garantizada para que pueda aportar información valiosa sin temor a represalias.

Mientras tanto, el país observa atentamente el desarrollo de este caso, que promete revelar detalles escabrosos sobre la corrupción en el Gobierno y sus posibles implicaciones. El intento de secuestro de Sandra Ortiz es un claro indicio de la gravedad de la situación y la necesidad de proteger a quienes puedan aportar información clave para esclarecer los hechos.