El caso del pequeño David Rueda, un niño de tan solo 9 años que huyó de su hogar en Bogotá por el deseo de convertirse en un exitoso creador de contenido en YouTube, ha traído a la luz una preocupante tendencia entre los jóvenes colombianos: el anhelo de convertirse en influencers.
Una alarmante estadística
De acuerdo con un estudio realizado por Smart PR titulado "El latido de la juventud en Colombia", casi la mitad (47,7%) de los jóvenes colombianos aspiran a trabajar como influencers. Los principales motivos que los impulsan hacia este camino son la visibilidad, el reconocimiento y el potencial económico que ofrece.
La búsqueda de autonomía y flexibilidad
El auge de las redes sociales ha generado nuevas oportunidades para las personas que buscan escapar de los empleos tradicionales y obtener mayor autonomía y flexibilidad en sus carreras. Esta tendencia es especialmente atractiva para los jóvenes, que ven en las plataformas digitales un campo laboral más dinámico y gratificante.
Los riesgos de una carrera efímera
Sin embargo, la carrera de influencer no siempre es tan lucrativa como parece. A pesar de la percepción generalizada de que estos creadores de contenido obtienen grandes ingresos, algunos han reconocido que sus ganancias no son tan cuantiosas como muchos creen. Además, la naturaleza cambiante de las plataformas digitales y las redes sociales puede hacer que la popularidad de estos influencers sea efímera.
El impacto de los modelos a seguir
Las figuras públicas y los creadores de contenido en línea tienen una gran influencia sobre los jóvenes. El estilo de vida glamoroso y la aparente facilidad con la que alcanzan el éxito pueden inspirar a los niños y adolescentes a perseguir una carrera similar, incluso si no tienen las habilidades o el talento necesarios.
Un llamado a la reflexión
El caso de David Rueda es un claro ejemplo de los riesgos y las consecuencias de perseguir un sueño sin una base sólida. Los padres, educadores y la sociedad en general deben trabajar juntos para orientar a los jóvenes hacia caminos profesionales más realistas y sostenibles, mientras reconocen y apoyan sus aspiraciones de manera saludable.