Si Voltaire viviera en el mundo actual, enfrentaría más preocupaciones que las que experimentó en su época. El librepensador, cuyas obras irritaban a los poderes de cualquier bando, se vería más afectado por dos razones: demostrar si dijo o no la célebre frase "Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo" y, si la pronunció, honrarla podría costarle la vida o la libertad, especialmente en regímenes totalitarios.

El legado de Voltaire

La frase atribuida a François-Marie Arouet, verdadero nombre de Voltaire, es un pilar de la libertad de expresión y de prensa. El filósofo y escritor francés murió en París, no por defender opiniones ajenas, sino por una enfermedad grave, rodeado de éxito y aplausos por su obra teatral "Irene". Voltaire, además, amasó una gran fortuna como uno de los mayores rentistas de Francia.

Voltaire dedicó su vida a tres objetivos principales: enriquecerse para asegurar su futuro, fomentar la tolerancia combatiendo el fanatismo y difundir el pensamiento de Isaac Newton y John Locke.

La libertad de prensa bajo asedio

Dos siglos y medio después de Voltaire, sus ideas siguen vigentes y universales. Reflejan realidades como los totalitarismos y los sistemas políticos que reprimen las libertades civiles, incluida la libertad de expresión y de prensa. Por eso, el espíritu de Voltaire resuena cada vez que se invoca la libertad de prensa.

La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa, coincidiendo con el aniversario de la Declaración de Windhoek, donde representantes de medios africanos establecieron los principios de la libertad de prensa.

Esta libertad, que implica el derecho a expresar opiniones e informar sin temor a represalias, es una manifestación de la libertad de expresión, garantizada como fundamental en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Amenazas a la libertad de prensa en Colombia

Pese a las normativas que protegen la libertad de prensa en Colombia, esta se encuentra amenazada. Un informe de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) reveló que los funcionarios fueron los principales agresores contra periodistas y medios en 2023.

El documento destacó que, durante el año pasado, los servidores públicos, incluido el presidente Gustavo Petro, estigmatizaron a la prensa por abordar temas relacionados con su gestión y las elecciones. Las agresiones físicas y verbales se concentraron en Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca.

La violencia de grupos armados ilegales también es un factor preocupante, con 81 acciones intimidatorias registradas en 20 departamentos del país. Estas amenazas se han traducido en asesinatos de periodistas, como el de Luis Gabriel Pereira en Córdoba y Jamie Vásquez en Cúcuta.

La tolerancia, una aspiración intimidada

La tolerancia, de la que habló y por la que luchó Voltaire, es una aspiración legítima en Colombia. Sin embargo, la evidencia muestra que esta aspiración está amenazada y coartada. La frase de Voltaire, sin importar si la dijo o no, sigue teniendo vigencia y guía a las democracias plenas del mundo: la opinión de una persona y su derecho a expresarla son tan importantes como la vida misma.