El Estadio de San Mamés fue testigo de un emocionante empate entre el Athletic Club y Granada Club de Fútbol. Los equipos bregaron en la cancha, dejando claro que cada punto es vital en su lucha por objetivos tan diferentes como son la ansiada cuarta plaza que da acceso a la Liga de Campeones y la permanencia en LaLiga.

El encuentro, seguimiento por miles de espectadores, se caracterizó por la intensidad y las ocasiones en ambas porterías. Athletic Club, comandado por Ernesto Valverde, buscaba recortar distancias con el Atlético de Madrid, mientras que el Granada, dirigido por Jose Ramon Sandoval, se aferraba a cada balón como si fuera el último en su intento por evitar el descenso.

Los goles llegaron por parte de Ińaki Williams, quien tuvo la desdicha de anotar en propia meta, y Guruzeta, quien se erigió como el héroe local al igualar el marcador. La afición del Athletic, con la Copa del Rey en el recuerdo, esperaba más, pero el equipo terminó cediendo dos puntos que pueden ser cruciales en la recta final de la temporada.

Las tarjetas amarillas no se hicieron esperar, con Ernesto Valverde y otros jugadores viendo cómo el árbitro apuntaba sus nombres en el cuaderno. La tensión se palpaba en cada jugada y cada decisión arbitral era recibida con protestas que reflejaban lo que ambos conjuntos se jugaban.

Intensidad hasta el último minuto

El juego no dejó indiferente a nadie. Con seis minutos añadidos, la esperanza de un desenlace distinto para ambos equipos se mantuvo intacta hasta el pitido final. El Athletic, con un Raúl García que recientemente anunció su retirada y que ingresó en los minutos finales, no consiguió el ansiado tanto que les proporcionara los tres puntos.

El Granada, por su parte, mostró un ejercicio defensivo ejemplar mezclado con rápidos contraataques que mantuvieron en vilo al público de La Catedral. Jugadores como Jozwiak destacaron, aportando esa calidad y peligro que tanto se necesitaba para sacar algo positivo de Bilbao.

Una lucha sin cuartel

La lucha en la tabla continúa y cada punto es oro molido. El Athletic Club ve cómo la brecha con el Atlético podría ampliarse, dejando a los Leones con la tarea de no perder la fe en su lucha por Europa. El Granada, aún distante en su lucha por no bajar a segunda, demostró que no está dispuesto a rendirse sin pelear cada partido como si fuera una final.

La próxima jornada se presenta crucial para ambos equipos, con retos que marcarán el devenir de una temporada que está llegando a su fin, pero que todavía tiene mucho que decir. La afición de San Mamés sabe que su equipo necesita el apoyo incondicional para alcanzar el sueño europeo, mientras que el Granada se aferra a la esperanza y a la matemáticas para seguir en la élite del fútbol español.