Polémica arbitral en la derrota del Celta Fortuna frente al Nástic de Tarragona

La jornada 33 de la Primera Federación se tiñó de controversia tras el encuentro entre el Celta Fortuna y el Gimnàstic de Tarragona, disputado en el Nou Estadi Costa Daurada. Un duelo crucial para la lucha por la segunda plaza que se vio marcado por decisiones arbitrales cuestionables. El partido inició con ambos equipos ejerciendo una intensa presión, especialmente el Nástic sobre la salida de balón del Celta Fortuna. La primera mitad transcurrió sin demasiados sobresaltos, aunque destacan las imprecisiones del Celta Fortuna tanto en ataque como en defensa.

El segundo tiempo empezó con un leve dominio del Celta Fortuna, que poco duraría tras la anotación de Pablo Fernández para el Nástic en el minuto 55. Sin embargo, el verdadero foco del partido fue la actuación del árbitro Bestard Servera, quien no expulsó a Godoy del Nástic a pesar de una clara acción antideportiva contra Yoel Lago y omitió un aparente penalti por mano en el área a disparo de Fer López.

A este panorama se sumó un encuentro incómodo para Raúl Blanco, quien fue víctima de una conducta inapropiada por parte de algunos aficionados. La seguridad del estadio tuvo que intervenir para disuadir a los aficionados que entorpecían la ejecución de un córner. Entre interrupciones y sustituciones, el Celta Fortuna no logró sobreponerse a la adversidad, culminando sin éxito sus esfuerzos ofensivos.

Con cinco puntos de ventaja sobre el sexto clasificado y apenas cinco partidos restantes, el Celta Fortuna mantiene una posición favorable para disputar el play-off a pesar del resultado adverso. Quedan por resolver las dudas en torno a las decisiones arbitrales y el posible impacto en la moral del equipo vigués.