La izquierda abertzale celebra su noche electoral con un ambiente festivo, con ikurriñas flameando y gritos de "independencia". El candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, y el coordinador general de la formación, Arnaldo Otegi, son recibidos con entusiasmo por los militantes. Bildu logra un avance notable, igualando en escaños al PNV, aunque no consigue arrebatarle la hegemonía.
Un ambiente de celebración
El ambiente en la sede electoral de EH Bildu es de celebración. Decenas de militantes, en su mayoría jóvenes, disfrutan de cervezas y pintxos mientras esperan los resultados electorales. El rock radical vasco ha dado paso a un pop suave y bailable, escenificando el nuevo rostro de la formación.
Un avance notable
EH Bildu ha logrado un avance notable en estas elecciones. Se impone en dos de las tres provincias vascas, Gipuzkoa y Álava, y también en la tercera ciudad, Vitoria. Queda a apenas 30.000 votos del PNV y empata en escaños tras ganar seis. Respecto a las elecciones de 2020, EH Bildu ha recaudado 83.000 votos más.
Un empate técnico
El PNV sigue siendo la primera fuerza política vasca, pero EH Bildu le pisa los talones. El empate en escaños refleja la polarización política en Euskadi, donde los dos partidos nacionalistas se disputan la hegemonía.
El discurso de Otegi
En su discurso, Arnaldo Otegi ha ampliado las cuentas de EH Bildu. Recuerda que para ellos, "Euskal Herria son siete territorios históricos, no tres", contando a Navarra y las regiones euskaldunes del sur de Francia. Y de ahí extrae una conclusión: "Somos la primera fuerza de Euskal Herria".
Una estrategia a largo plazo
Otegi también ha aludido a la estrategia que ha bautizado como del "sirimiri", una lluvia fina y paciente que, sin prisas por alcanzar el poder, espera llegar algún día a "convertirse en mar".
Guiños a la izquierda
Tanto Otegi como Otxandiano han lanzado guiños a los votantes de izquierda. El coordinador general de EH Bildu ha agradecido expresamente los votos procedentes de "la izquierda confederal". Y el candidato ha prometido representar en el Parlamento a quienes apostaron por formaciones que se han quedado fuera, en una alusión a los 23.000 vascos que eligieron la papeleta de Podemos.
A pesar de que la mayoría de los mensajes han sonado en clave nacionalista, Otxandiano también ha aludido a la apuesta social de su formación, que constituyó el eje de su programa electoral. Así ha defendido que Euskadi necesita una política "más de izquierdas y más progresista".