Esquerra Republicana afronta la recta final de su campaña: Aragonès se reivindica como "el presidente de los 8 millones de catalanes"

La caravana de campaña de Esquerra Republicana ha recalado este sábado en Pineda de Mar (Barcelona), el pueblo natal del president y candidato, Pere Aragonès. El aspirante a la reelección ha aprovechado el estar en territorio amigo para convertir el mitin en una gran vitrina de su acción de Govern y, sin abandonar el guion de estos días, cargar con dureza contra sus dos principales rivales: PSC y Junts: "La decadencia vendrá a Cataluña si no gana Esquerra Republicana", ha dicho entre los aplausos de las primeras espadas de su partido.

Aragonès, el presidente de los 8 millones de catalanes

El líder de Esquerra Republicana ha reivindicado su gestión al frente de la Generalitat, destacando la gratuidad del último año de educación 0-3, el récord histórico en inversión extranjera, la cifra de desempleo más baja en los últimos 15 años o la reversión de los recortes hechos desde 2010. "Si con 33 diputados ha hecho todo eso, con más apoyo hará mucho más", ha pedido la secretaria general del partido, Marta Rovira, que ha intervenido en un vídeo desde Suiza, donde reside para evitar responder ante la justicia española.

Aragonès ha advertido del riesgo de votar a un PSC que ve "secuestrado por el PSOE" y a un Junts donde "todo va del futuro personal de Puigdemont". "Hay un riesgo y es que si Esquerra no continúa liderando la Generalitat, volverán los proyectos del pasado", ha asegurado el republicano, intentando mostrarse así como una tercera vía ante la polarización de la campaña que han conseguido Salvador Illa y Carles Puigdemont.

ERC ataca al PSC y Junts

El líder del partido, Oriol Junqueras, ha reivindicado a Aragonès como el presidente que busca mejorar la vida de "la Cataluña de los 8 millones [de habitantes]", mientras que ha insinuado que socialistas y 'juntaires' apelan a la de los 6 millones (en referencia a la población cuando gobernaban) para "mantener sus privilegios".

La vicepresidenta del Ejecutivo catalán y número dos de los republicanos, Laura Vilagrà, también ha alzado su voz contra el candidato de los socialistas. "Ningún voto catalanista al PSC, ningún voto de izquierdas al PSC, que es un partido que defiende grandes infraestructuras que abren cicatrices", ha dicho, en referencia a la ampliación del aeropuerto de El Prat o de la autovía circunvalar del Vallès, la B-40.

La dureza de los ataques a Illa se entiende, entre otras cosas, porque las encuestas ubican a los republicanos como la segunda opción de voto de aquellos que dicen que el 12-M escogerán la papeleta del PSC.

Unas 500 personas se han congregado en la plaza de España del municipio de la comarca del Maresme para escuchar a un Aragonès que se ha prodigado en recordar momentos clave de su vida en su población natal: cuando llegó tras ser investido president, el parque infantil donde jugaba de pequeño y que se podía ver de fondo en el acto o cuando, hace 25 años, fundó las juventudes de ERC en el municipio.

"Esquerra Republicana fue el partido que el 1-O llevó las urnas a los colegios", ha recordado Junqueras, para intentar también marcar perfil independentista ante Junts.