El PSOE de Madrid allana el camino para el desembarco de Óscar López mientras sube la tensión en Aragón

El ministro oficializará su candidatura este jueves y en la federación maña aumenta la incertidumbre ante la falta de acuerdo para suceder a Lambán

Pedro Sánchez estrenó este lunes nueva ejecutiva del PSOE con las elecciones generales, autonómicas y municipales de 2027 entre ceja y ceja y los primeros movimientos orgánicos relevantes tras el congreso del partido, celebrado el pasado fin de semana en Sevilla, en la federación madrileña con un propósito: resolver esta misma semana la elección de Óscar López como secretario general y, según una norma no escrita, como próximo candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, tras la dimisión la semana pasada de Juan Lobato. Será una operación relámpago: el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, nombrado en septiembre para el cargo después de ejercer desde julio de 2021 como jefe de gabinete del presidente en La Moncloa, tenía de plazo hasta el sábado para presentar su candidatura como líder territorial. El calendario apenas le dejaba margen de maniobra, ya que este martes hay Consejo de Ministros y sesión de control al Gobierno en el Senado y el viernes se celebra el 46º aniversario de la Constitución. López dará una rueda de prensa en la agrupación de Centro de Madrid capital y la semana que viene celebrará un acto tan político como emotivo en el barrio de Canillejas, donde nació, creció y vivió 24 años, con militantes y vecinos, avanzan fuentes de su organización a EL PAÍS.

A lo largo del día, varios secretarios generales pidieron al ministro en redes sociales que se presentase en una acción sincronizada después de que la dirección estatal del PSOE diese el visto bueno al calendario de primarias, el mismo que Lobato había pactado con Ferraz. La exigencia de tener que presentar alrededor de 900 avales —la federación madrileña cuenta con unos 15.000 militantes— dificulta la posibilidad de que se postule otro aspirante que no disponga de un apoyo orgánico fuerte. Una tras otro, una decena de responsables de agrupaciones con predicamento en el PSM se lanzaron a allanar el camino para el desembarco de López. “Necesitamos una persona con mucha experiencia que sepa confrontar con el PP más potente de toda España. Consideramos que Óscar es la persona ideal. Es uno de los nuestros, un socialista madrileño, y está capacitado para que volvamos a gobernar la Comunidad de Madrid”, resume Javier Rodríguez, diputado nacional, exalcalde de Alcalá de Henares y secretario general de la agrupación más grande de la región.

La previsión es haya nuevas tandas de responsables de agrupaciones que se manifiesten en público a favor de la llegada del ministro las próximas 48 horas. “Es un candidato extraordinario, curtido, con capacidad política y con capacidad de trabajo muy interesante para Madrid”, compartió Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada y miembro de la ejecutiva federal. Su inclusión en la dirección nacional en el Congreso Federal de Sevilla, de la que no formaba parte, es un guiño a los poderosos alcaldes del cinturón rojo del sur de Madrid y contribuye al aterrizaje de López, minimizando el ruido interno de quienes en el PSM lo consideran el candidato de Ferraz.

El Congreso Federal no solo ha servido como banderín de salida para la renovación del liderazgo en Madrid. La “revitalización” de los secretarios generales autonómicos, provinciales y municipales afectará a todo el escalafón del PSOE y se habrá completado en verano. Los socialistas, que como muy tarde tendrían que haber celebrado el congreso en octubre de 2025, gana así un año. “Animamos a la militancia a que participe masivamente en todos estos procesos”, invitó la portavoz federal, Esther Peña, reelegida para el cargo, tras la reunión de dos horas que mantuvo la dirección socialista. Sánchez les trasmitió como mensaje principal que el PP, a diferencia del PSOE, no tiene ningún tipo de propuestas para España y su oposición se reduce tan solo a tumbar al Ejecutivo.

La conclusión del presidente es que, a falta de oposición política, lo que hay es una oposición mediática y judicial, según trasladan varios integrantes de la ejecutiva. El fichaje más conocido de la dirección, Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y nueva responsable de Igualdad del PSOE en lugar de la ministra Ana Redondo, no pudo acudir a Ferraz. Bernabé regresó el domingo a Valencia para asistir de forma presencial este lunes al encuentro del Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi) activado por la dana. La federación valenciana tiene en mente que Bernabé sea la candidata al Ayuntamiento de Valencia en las próximas elecciones municipales. La ministra de Ciencia y secretaria general, Diana Morant, lo sería para las autonómicas.

El PSPV-PSOE salió del Congreso de Sevilla como una de las federaciones más fortalecidas y cohesionadas. Aragón, en cambio, es otra historia. A la espera de comprobar si la ministra Pilar Alegría da el paso, el actual secretario general, Javier Lambán, que no se presentará a la reelección, recalcó que “nunca un secretario general de Aragón ha sido impulsado desde Madrid”. “Siempre han salido desde aquí”, apostilló tras considerar que sería una “mala praxis imponer” su relevo desde Ferraz. La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, FP y Deportes continúa en la ejecutiva federal, en la que ha entrado Manuela Berges, alcaldesa de Pedrola (Zaragoza). Además, en el comité federal, máximo órgano de decisión entre congresos, se incluyó a Teresa Ladrero, alcaldesa de Ejea de los Caballeros (el municipo de Lambán) y vicepresidenta de la Diputación de Zaragoza. La institución la preside Juan Antonio Sánchez Quero, que es el secretario general de la provincia con más militantes y, por tanto, será clave en la sucesión de Lambán. La incertidumbre aumentó este lunes por la decisión de Ladrero de rechazar el puesto en el comité federal con el que Ferraz pretendía atraer a Sánchez Quero. “Ella se ha desmarcado, dejando claro que es leal a su ejecutiva de Zaragoza, que es a la que pertenece”, aplaudió Lambán, que criticó unos nombramientos “impuestos y no negociados” mientras los partidarios de tender puentes con el sector crítico con Ferraz defendían que se buscaba “la integración” de las diferentes sensibilidades.

El expresidente autonómico no asistió por motivos de salud a Sevilla y, por tanto, no encabezó a la delegación de su federación. Tampoco lo hizo Pablo Zuloaga. El secretario general de Cantabria y exvicepresidente autonómico cumplió a rajatabla la orden de Ferraz de esperar a que pasara el Congreso Federal para volcarse en su proceso orgánico y se vio sorprendido por el pulso que le quiso dar el diputado nacional Pedro Casares en la elección de los delegados al congreso. La lucha por el liderazgo de la federación propició la primera gran batalla interna entre sanchistas.

El presidente del Gobierno y el secretario de Organización, Santos Cerdán, tomaron nota del enfrentamiento fratricida, que generó un enorme ruido interno y mediático, y la respuesta llegó el sábado: Casares dejó de formar parte de la ejecutiva federal y, a diferencia de lo que siempre se hace en estos casos, ni siquiera entró en el comité federal. La delegada del Gobierno en la comunidad, Eugenia Gómez de Diego, fue otra de las debutantes de la ejecutiva nacional. Su elección mandó al instante un mensaje que corrió como la pólvora en el PSOE cántabro: Zuloaga se afilió al partido por ella.