El Gobierno asume que no aprobará el impuesto a las energéticas y ultima la subida fiscal al diésel
El Gobierno español está asumiendo que no podrá aprobar el impuesto a las grandes energéticas, según ha informado el diario 'El País'. El Ejecutivo está centrando sus esfuerzos en buscar una fórmula para aprobar antes de que termine el año la equiparación fiscal del diésel a la gasolina, una medida que reportaría unos 1.500 millones adicionales a la recaudación.
Impuesto a las energéticas: una crónica de una muerte anunciada
La posibilidad de prorrogar el impuesto a las grandes energéticas se diluye cada vez más y en el Ejecutivo ya asumen que será prácticamente imposible aprobar la medida. El gran problema está en el difícil juego de equilibrios con el que lidia casi a diario el Gobierno, un panorama que cobra especial relevancia en materia tributaria por las posiciones antagónicas de sus socios habituales, cuyos votos, sin excepción, son imprescindibles para cualquier movimiento.
En el Ministerio de Hacienda reconocen que sacar adelante el impuesto es “un objetivo complejo porque la realidad es que actualmente las posiciones están muy alejadas”, aunque animan a “dar una oportunidad al diálogo y evitar generar mayor crispación”. Otras fuentes gubernamentales, sin embargo, ya avanzan que en estos momentos las opciones de que la iniciativa vea luz verde son prácticamente nulas.
Ante este panorama, el Ejecutivo está centrando sus esfuerzos en buscar la fórmula idónea para poder aprobar antes de que termine el año otra medida trascendental para las cuentas y que todavía queda pendiente: la equiparación fiscal del diésel a la gasolina.
Subida fiscal al diésel: un compromiso con Bruselas
Esta medida, que reportaría unos 1.500 millones adicionales a la recaudación y que decayó en el Congreso hace tres semanas, es vital para cuadrar los números del Gobierno. Por eso, para asegurar su aprobación, Hacienda valora aprobarla en los próximos días mediante un real decreto ley que asegure su luz verde. El apoyo de todos sus socios, previsiblemente, está garantizado.
El Gobierno necesita que la Comisión Europea valide los cambios para poder recibir el quinto pago de los fondos europeos —que asciende a los 7.200 millones de euros— y los que recibieron luz verde en la Cámara baja son insuficientes. Los grupos solo dieron su apoyo al tipo mínimo para las multinacionales, a una corrección técnica en el impuesto sobre sociedades, a la permanencia del impuesto a la banca, a un ajuste para combatir el fraude en el IVA de los hidrocarburos y a una subida fiscal a las grandes inversiones en el IRPF y a los vapeadores.
En un principio, Hacienda estudiaba la posibilidad de recuperar la subida fiscal al diésel de manera conjunta con el impuesto sobre las empresas, pero, ante el miedo de que este no vea la luz, lo más probable es que las dos medidas vayan por caminos separados. Las fuentes gubernamentales consultadas avanzan que lo más seguro es que se presente un real decreto ley para la equiparación en los próximos días, antes de que termine el año.
Los socios apoyan la subida fiscal al diésel, pero advierten
Los socios del Gobierno, por lo general, avanzan que apoyarían la subida fiscal al diésel, aunque algunos, a modo de aviso a navegantes, advierten de que votarían en contra si se tramita con otros cambios no consensuados previamente.
Conclusión
El Gobierno español parece haber asumido que no podrá aprobar el impuesto a las grandes energéticas y está centrando sus esfuerzos en aprobar la subida fiscal al diésel antes de que termine el año. Esta medida es clave para cuadrar las cuentas del Gobierno y cumplir con los compromisos adquiridos con Bruselas.