Airbus enfrenta duros recortes esta semana. La compañía enfrenta una caída del 9,41% en la bolsa el martes, alcanzando los 134,78 euros por acción, luego de asumir ante el mercado algo que era un temor velado a principios de año: los problemas con la cadena de suministro son ahora "persistentes" y es momento de actualizar sus proyecciones en cuanto a la cantidad de aviones comerciales que podrán entregar este año. También sus perspectivas financieras.
Las entregas previstas pasan de las 800 aeronaves estimadas inicialmente a 770 para este 2024. Además, aplazan un año, hasta 2027, su meta de fabricar 75 aviones de la familia A320 al mes. Son ajustes que no impactarán al negocio en España. Las plantas de Getafe, Illescas y Cádiz, donde se trabaja en los aviones comerciales de la compañía, no verán afectados sus planes de trabajo.
En primer lugar, porque el ajuste anunciado no supone una reducción del plan de producción. Es más bien una adaptación del ansiado aumento de la cadencia de producción (conocido como ramp up), señalan fuentes de Airbus a EL ESPAÑOL-Invertia.
¿Hubo demasiado optimismo con las proyecciones?
En segundo lugar, porque el ritmo del trabajo que aquí se desarrolla es diferente. Los componentes que necesita la empresa en este momento y que están tardando en llegar son motores, aeroestructuras y equipos de cabina, piezas que pueden tardar muchos meses, quizás hasta un año, en fabricarse.
En Getafe, Illescas y Cádiz producen con un calendario pensado para atender necesidades más futuras.
El A320, un modelo clave
De hecho, en la planta gaditana, donde se desarrolla el proceso de unificación de las plantas que Airbus poseía, la de El Puerto de Santa María y la de Puerto Real (esta última vendida al grupo asiático Zhenshi), están ultimando los detalles para iniciar en septiembre la producción del primer componente del A320, un modelo clave que será fundamental en las renovadas y ampliadas instalaciones de El Puerto de Santa María.
Pero también para la multinacional en su conjunto. El A320 es el superventas de Airbus: cuenta con más de 3.000 proveedores.
Los problemas de la cadena de suministro
Que haya nuevas expectativas con respecto a la entrega de aviones es una sorpresa a medias. Los problemas de la cadena de suministro ya se vislumbraban en febrero pasado, cuando durante la presentación de los resultados de Airbus correspondientes al ejercicio de 2023 se le preguntó específicamente, y en varias ocasiones, al CEO de Airbus, Guillaume Faury, sobre esta cuestión.
Resultaba algo extraño que, sin haber resuelto este problema, la compañía proyectara acelerar sus entregas de aviones comerciales hasta las 800 aeronaves, incluso aunque el mercado fuera consciente de la presión que suponía haber incrementado el año pasado en un 126% los pedidos.
"Tenemos tantas situaciones como proveedores. Es un asunto complejo y hay muchas partes críticas que debemos observar con mucho cuidado", respondió entonces Faury, a quien se llegó a preguntar si había demasiado optimismo con el ritmo previsto en este apartado.
Las nuevas expectativas de entrega no son el único jarro de agua fría que ha recibido el mercado. En general, también se resienten las expectativas financieras de la francesa, que suma nuevos cargos en la división de Space and Defense, la misma que lastró, y por el mismo motivo, el resultado de 2023.
Si entonces las "suposiciones demasiado optimistas en los programas" habían llevado a sumar unos inesperados cargos por 600 millones de euros en las cuentas del año pasado, el programa dedicado al espacio vuelve a actualizar calendarios, carga de trabajo, riesgos y costos de determinados programas y agrega tras la operación cargos por unos 900 millones de euros en las cuentas del primer semestre de 2024.
Así las cosas, la compañía espera ahora un beneficio operativo ajustado para este año de 5.500 millones de euros, lo que supone un 19% menos del rango de entre 6.500 y 7.000 millones de euros que pronosticó en febrero.