Andrea Monleón, actual directora de Motorola en España y Portugal, defiende la importancia del autocuidado y el cuidado familiar en el día a día, más allá de la conciliación con los niños. En una entrevista con María Fernández para El País, Monleón reflexiona sobre su trayectoria profesional y personal, destacando que ha aprendido a priorizar el bienestar tanto propio como de sus seres queridos.

La conciliación también es para los adultos

Monleón afirma que "la conciliación siempre se asocia a los niños, siempre nos olvidamos de nosotros mismos". La ejecutiva subraya que es esencial encontrar momentos para el autocuidado y la desconexión, como las cenas con sus tres hijos o los 20 o 30 minutos de soledad que busca a primera hora de la mañana para respirar y conectar consigo misma.

La importancia del equilibrio

Monleón reconoce que durante una etapa de su carrera priorizó su desarrollo profesional, pero con el tiempo se ha dado cuenta de que es necesario trabajar también otras facetas de la vida. "No me refiero tanto a tener tiempo con los niños, que obviamente tienes que tenerlo. Hablo del autocuidado, de buscar huecos para respirar", explica.

El papel de la tecnología

En cuanto al uso del móvil, Monleón establece límites claros. "A la hora de cenar con los niños no hay presencia de móviles", afirma. Reconoce que el móvil es una herramienta fundamental para la vida profesional y personal, pero también puede ser un elemento de distracción en la comunicación con los niños.

El futuro de sus hijos

Uno de los aspectos que más preocupa a Monleón es el futuro de sus hijos. "Me preocupa hacia dónde vamos en relación a mis hijos. No sé si les vamos a dar las herramientas necesarias para el mundo que se van a encontrar dentro de 20 años", confiesa. La ejecutiva considera que es fundamental proporcionar a las nuevas generaciones las habilidades y conocimientos necesarios para afrontar los retos del futuro.

Una mujer feliz y realizada

A pesar de las preocupaciones, Monleón se considera una persona feliz y realizada. "Me río cada día, estoy tranquila. Todo mi entorno está bien. Me considero una privilegiada", afirma. La ejecutiva atribuye su felicidad a su familia, su trabajo y a su capacidad para encontrar momentos de paz y bienestar en su día a día.