La industria química española enfrenta pérdidas millonarias por aranceles de Trump

La industria química en España se encuentra en una encrucijada crítica. Las tensiones comerciales globales, exacerbadas por los aranceles impuestos por la administración Trump, están proyectando una sombra de incertidumbre sobre el futuro del sector. Según la patronal Feique, que representa a 1.500 empresas, si no se logra una exención de estos aranceles, el sector podría enfrentar pérdidas de hasta 4.220 millones de euros. Esta situación, según Carlos Molina (2025), periodista de El País, pone en riesgo la estabilidad y el crecimiento de uno de los pilares de la economía española.

El impacto de la guerra comercial

La guerra comercial iniciada por Donald Trump ha alterado las expectativas de crecimiento para la industria química, que en 2024 representó el 17,1% de las exportaciones totales de bienes desde España, alcanzando los 59.166 millones de euros. Feique había previsto un crecimiento del 4,2% para este año, con una cifra de negocio que alcanzaría los 89.703 millones de euros. Sin embargo, estas proyecciones ahora penden de un hilo, dependiendo del resultado de las negociaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos.

Dos escenarios posibles

Teresa Rasero, presidenta de Feique, ha delineado dos posibles escenarios. «Si hay un acuerdo satisfactorio con EE UU y la gran mayoría de las ventas de la industria química quedan exentas de aranceles, el crecimiento será el previsto», explicó Rasero durante la presentación de los resultados de 2024. «Pero si no hay acuerdo y se aplican aranceles y contramedidas desde la Unión Europea a partir del verano, ese crecimiento sería cero». En este último caso, el coste para la industria química sería considerable, afectando tanto a la cifra de negocio como a las exportaciones.

Las implicaciones económicas

El impacto de los aranceles no se limita a la industria química. Como sector que abastece al 98% de las actividades económicas, cualquier perturbación en su cadena de suministro puede tener efectos en cascada en toda la economía española. Rasero (2025) enfatiza que la industria química es crucial para la economía, ya que «Vendemos productos a 98% de las actividades económicas». Por lo tanto, proteger este sector es fundamental para garantizar la estabilidad y el crecimiento de otros subsectores.

La relación comercial con EE. UU.

Estados Unidos es el quinto mayor comprador de productos químicos españoles, con ventas que alcanzan los 3.505 millones de euros. Sin embargo, las compras desde EE. UU. ascienden a 8.129 millones de euros, lo que resulta en un déficit comercial de 4.624 millones de euros para España en este sector. Esta dependencia comercial subraya la importancia de mantener una relación fluida y sin barreras arancelarias con el país norteamericano.

Propuesta de medidas quirúrgicas

Ante la posibilidad de que se establezcan aranceles bilaterales con Europa, Rasero aboga por la implementación de «medidas quirúrgicas» para determinados productos. «Hay que eximir determinados productos que son vitales para las cadenas de suministros y que solo se producen en EE UU», argumenta. Esta estrategia permitiría minimizar el impacto negativo de los aranceles, protegiendo al mismo tiempo las industrias que dependen de estos productos específicos.

La importancia estratégica de la industria química

Feique insiste en la necesidad de que los productos químicos se incluyan dentro de las áreas industriales estratégicas europeas a las que no se les aplicarán gravámenes para entrar en EE UU. Según Ediciones EL PAÍS S.L. (2025), la designación como sector estratégico reconocería la importancia de la industria química para la economía europea y permitiría mitigar los efectos adversos de la guerra comercial. Esta designación facilitaría la negociación de exenciones arancelarias y garantizaría el acceso a mercados clave como el estadounidense.

Conclusión

La industria química española se enfrenta a un futuro incierto debido a los aranceles impuestos por la administración Trump. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán cruciales para determinar el rumbo del sector. La patronal Feique está trabajando para mitigar los efectos negativos de la guerra comercial, abogando por medidas quirúrgicas y la designación de la industria química como sector estratégico. Solo a través de una estrategia proactiva y una negociación efectiva se podrá garantizar la estabilidad y el crecimiento de este pilar fundamental de la economía española.

Referencias