Las aerolíneas Air Europa e Iberia enzarzadas en una batalla de precios por las rutas a Canarias
Las dos principales aerolíneas españolas, Air Europa e Iberia, se encuentran enfrascadas en una batalla de precios por las rutas a las Islas Canarias, con el objetivo de atraer clientes durante la temporada alta de turismo.
Ofertas desde 25 euros
Tanto Air Europa como Iberia ofrecen vuelos desde 25 euros para conectar Madrid con las islas, una estrategia que ha surgido tras el fracaso de su fusión en agosto.
Esta intensa competencia entre ambas compañías busca hacerse con la mayor cuota de mercado en un momento en el que el archipiélago canario experimenta un aumento del turismo.
Canarias, destino turístico en alza
En julio de 2024, Canarias recibió casi 1.400.000 turistas, un 5,6% más que en el mismo mes del año anterior. Hasta la fecha, las islas han acogido a 16,2 millones de visitantes, más de siete veces su población.
A pesar de las protestas contra el turismo masivo, los descuentos de Air Europa e Iberia podrían incrementar aún más la afluencia de turistas, especialmente durante el invierno, época en la que Canarias recibe la mayor parte de visitantes.
Competencia más allá de Canarias
La batalla de precios no se limita a las rutas a Canarias. Ambas compañías también compiten en otras rutas como Baleares, donde Air Europa ofrece vuelos desde 30 euros y Iberia Express desde 42 euros en octubre y 39 euros en noviembre.
Air Europa, además, ofrece viajes por menos de 300 euros a destinos de Centroamérica y México, como Cancún y Panamá.
El fallido acuerdo de fusión
El pasado 1 de agosto, IAG, matriz de Iberia, anunció que renunciaba a su intento de adquirir Air Europa debido a las exigencias de la Comisión Europea, que pedía fuertes concesiones en forma de rutas y slots.
Esta decisión ha abierto un nuevo escenario de competencia en el sector aéreo español.
“No prevemos retomar la operación, al menos en el medio plazo”, afirmó Luis Gallego, consejero delegado de IAG.
La Comisión Europea advirtió que las cesiones ofrecidas a las aerolíneas rivales no eran suficientes para evitar un perjuicio al consumidor. Sin embargo, IAG no estaba dispuesta a ceder más.