BBVA Ajusta Oferta por Sabadell Incorporando Dividendos: ¿Qué Significa Para Los Accionistas?
El BBVA está realizando ajustes en su Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre el Banco Sabadell, una movida que busca mantener la equivalencia económica de la oferta original tras el pago de dividendos por ambas entidades. Este ajuste, anunciado el 28 de marzo de 2025, implica una modificación en la ecuación de canje, afectando tanto la parte en acciones como la parte en metálico de la contraprestación ofrecida a los accionistas de Sabadell.

¿Cuál es el nuevo ajuste en la oferta?
Según la información proporcionada por Cinco Días, la nueva oferta del BBVA consiste en una acción ordinaria de nueva emisión del BBVA y 0,70 euros en metálico por cada 5,3456 acciones ordinarias del Sabadell. Este ajuste se realiza después de descontar los dividendos que Sabadell ya ha abonado (0,1244 euros por acción) y los que BBVA abonará próximamente (0,41 euros por título).
El ajuste, según la fuente informativa, responde a la necesidad de «mantener equivalentes las condiciones económicas», tal como se previó en el anuncio inicial de la OPA el 9 de mayo de 2024. Anteriormente, BBVA había ajustado la oferta en otoño, pasando de 4,83 a 5,0196 títulos de Sabadell por cada acción propia.

Implicaciones para los accionistas de Sabadell
Este ajuste significa que los accionistas del Banco Sabadell recibirán una contraprestación ajustada que considera los dividendos ya pagados y los que están por venir. La decisión de aceptar o rechazar la OPA recaerá finalmente en los accionistas de Sabadell, quienes deberán evaluar si el canje propuesto se alinea con sus expectativas y estrategias de inversión a largo plazo.
- Aumento en la proporción de acciones: El banco ahora ofrece 5,3456 acciones de Sabadell por cada acción propia, en comparación con las 5,0196 ofrecidas anteriormente.
- Incremento en el pago en metálico: El pago en efectivo se eleva de 0,29 euros a 0,70 euros.
¿Qué sigue para la OPA?
La OPA aún enfrenta varios obstáculos regulatorios antes de poder concretarse. Actualmente, está a la espera del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que está evaluando los compromisos propuestos por el BBVA para mitigar posibles efectos negativos en la competencia. La Ediciones EL PAÍS S.L. informa que la CNMC está realizando «sus últimos test de mercado» para analizar los compromisos ofrecidos por el BBVA.
Además del visto bueno de la CNMC, la operación requiere la aprobación del Gobierno, que ha expresado preocupaciones sobre la concentración y los posibles impactos laborales de la fusión. El Ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha manifestado que la OPA, tal como está planteada, no parece viable.
Finalmente, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) será la encargada de dar la última luz verde a la transacción, tras lo cual se abrirá un período de aceptación de entre 15 y 70 días, durante el cual los accionistas de Sabadell deberán decidir si canjean o no sus acciones.
Posibles escenarios y opiniones encontradas
La OPA ha generado diversas opiniones y especulaciones sobre su posible éxito. Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell, estimó una probabilidad del 85% de que la OPA no prospere si no hay cambios significativos. Por otro lado, Carlos Torres Vila, presidente del BBVA, ha defendido la oferta, argumentando que los compromisos ofrecidos a la CNMC son «eficaces y sin precedentes» para garantizar la inclusión financiera y la competitividad.
Las tensiones entre las cúpulas directivas de ambos bancos se han hecho evidentes a través de declaraciones públicas. El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, ha sido objeto de ironías por parte de Oliu, quien citó a un banquero de inversión que calificó la oferta como «sin prima y hostil, no hay manera».
El futuro de la OPA: Incertidumbre y decisiones clave
En resumen, la OPA del BBVA sobre el Sabadell se encuentra en una etapa crucial, con ajustes en la oferta, evaluaciones regulatorias en curso y opiniones divididas entre los actores involucrados. El resultado final dependerá de las decisiones de la CNMC, el Gobierno y, en última instancia, los accionistas del Banco Sabadell, quienes deberán sopesar los beneficios y riesgos de la operación en un contexto de incertidumbre económica y regulatoria.
La evolución de esta OPA seguirá siendo un tema de interés y debate en el sector financiero español, con implicaciones significativas para la competencia, la estabilidad del sistema bancario y el futuro de ambas entidades.