Berkeley Energía solicita un arbitraje internacional contra España por su mina de uranio
La compañía minera Berkeley Energía ha presentado una solicitud de arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) contra España por su proyecto de mina de uranio en Retortillo (Salamanca). Berkeley exige una compensación preliminar de 921 millones de euros (1.000 millones de dólares) por las acciones del Gobierno español que, según alega, han violado el Tratado sobre la Carta de la Energía.
¿Por qué Berkeley Energía inicia el arbitraje?
Berkeley defiende que las acciones de España contra su filial española y el proyecto de Salamanca "han violado múltiples disposiciones del Tratado sobre la Carta de la Energía (TCE)". La compañía considera que el Gobierno español ha obstaculizado su proyecto de mina de uranio, lo que ha provocado pérdidas económicas significativas.
¿Qué pide Berkeley Energía?
Berkeley Energía solicita una compensación preliminar de 921 millones de euros por las infracciones del Tratado sobre la Carta de la Energía. Esta cantidad podría convertirse en la mayor reclamación enfrentada por España desde la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, según ha indicado la empresa.
¿Cuál es la postura de España?
El Gobierno español no ha entablado ninguna discusión relacionada con la disputa hasta la fecha. La solicitud de arbitraje ha sido presentada conjuntamente por equipos de especialistas de Herbert Smith Freehills Spain LLP y LCS Abogados, que representarán a Berkeley Energía en el procedimiento de arbitraje.
¿Qué implica el arbitraje internacional?
En la siguiente fase del procedimiento, los miembros del tribunal serán seleccionados y designados, estableciendo formalmente el tribunal. El arbitraje internacional es un proceso vinculante que permite a las empresas privadas presentar reclamaciones contra los Estados por presuntas violaciones de tratados de inversión.
¿Qué sigue en el proceso?
A pesar de la disputa sobre inversiones, Berkeley ha subrayado que sigue comprometida con el proyecto de Salamanca y continúa abierta a un diálogo constructivo con España. La compañía espera encontrar una solución amistosa a la situación de los permisos y mantiene la esperanza de que puedan tener lugar debates en el corto plazo.