Claudia Sheinbaum enfrenta el déficit como herencia de la administración de AMLO

El primer desafío económico de la nueva administración en México es combatir el déficit presupuestario heredado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). El desequilibrio entre ingresos y egresos, el más pronunciado en los últimos 36 años, se agudizó en el último tramo del gobierno de AMLO debido al aumento del gasto público y la caída de los ingresos.

Un lastre para las políticas públicas

El elevado déficit dificulta el desarrollo de las políticas públicas de la presidenta Sheinbaum, quien ha prometido aumentar el gasto en ayudas sociales. El gobierno enfrenta además una desaceleración económica y la negativa a implementar una reforma fiscal que aumente los ingresos.

Estrategias para reducir el déficit

Sheinbaum ha anunciado medidas para mejorar la recaudación de impuestos y reducir el gasto corriente, pero los expertos se muestran escépticos sobre la posibilidad de reducir significativamente el déficit en el corto plazo. Advierten que una mayor deuda o una menor desaceleración económica podrían agravar el problema.

Perspectivas económicas sombrías

Las previsiones económicas para México son pesimistas, con un crecimiento del PIB estimado en solo el 1,5% este año. El consumo y la inversión se están desacelerando, y el gobierno enfrenta presiones para reducir el gasto público. La desaceleración económica podría agravar el déficit y aumentar la deuda pública.

Comparación con otros países

El déficit fiscal de México es más alto que el de otros países de la región, como Argentina y Ecuador, que han logrado reducir sus déficits mediante medidas fiscales estrictas y recortes de gastos. Analistas advierten que México podría perder su grado de inversión si no controla su déficit y deuda.

El mayor desequilibrio no es justificable porque aumenta la vulnerabilidad fiscal de la economía y envía un mensaje de falta de disciplina.

Alfredo Coutiño, director para América Latina en Moody's Analytics