Cosentino se anticipa a las medidas de Trump con una planta millonaria en EE.UU.
El fabricante de superficies para encimeras y baños invertirá 410 millones de euros en los próximos tres años, más de la mitad en su primera factoría fuera de España.
Cosentino, el gigante almeriense de las superficies para encimeras y baños, pone en marcha un plan de inversiones de 410 millones de euros para los próximos tres años con el que pretende abordar los retos del sector y anticiparse a las medidas proteccionistas de la Administración Trump en Estados Unidos.
La primera planta fuera de España
Más del 75% de la inversión se destinará a la construcción de nuevas fábricas. Una de las piedras angulares de la estrategia será la nueva planta que empezará a construir el año que viene en Estados Unidos, que será la primera fuera de España y cuyas obras de construcción se prolongarán durante tres años.
La fábrica, en la que se invertirán 250 millones de euros, estará situada en el municipio de Jacksonville (Florida), en un área de más de 130 hectáreas, y servirá para nutrir a sus dos mayores mercados (EE.UU. y Canadá), que ya aglutinan casi un 60% de las ventas globales de la compañía.
«No somos nuevos en el país. Llevamos 30 años con actividad y es la segunda vez que nos toca convivir con la Administración Trump. No es una buena noticia la política arancelaria del nuevo presidente de EE. UU., por ello la nueva planta en EE. UU. tiene mucho sentido hacer frente a esas medidas», señaló Álvaro de la Haza, vicepresidente ejecutivo de Cosentino, en alusión al cambio de presidencia en la primera economía del mundo.
Apuesta por la I+D+i
Cosentino también refuerza su apuesta por la I+D+i como parte nuclear de la compañía. Tras invertir más de 100 millones en los últimos cinco ejercicios, la firma se prepara para dar "el mayor salto del sector a nivel global en una década", en palabras de Valentín Tijeras, vicepresidente de Innovación y Producto, con el proyecto 'Cantera Tecnológica', que ha sido el único español entre los 16 seleccionados por la Comisión Europea para recibir fondos procedentes del Fondo de Innovación.
El proyecto consiste en reciclar anualmente 100.000 toneladas procedentes del residuo del silestone, uno de los productos que produce, para convertirlos, añadiendo otros materiales, en más de 247.000 toneladas de nuevas materias primas.
«100.000 toneladas al año equivalen a una fila de 89 kilómetros de longitud con camiones de 20 toneladas», enfatizó Tijeras para marcar las dimensiones del proyecto, que, gracias a la combinación de energía eléctrica renovable y los sistemas de recuperación de calor, «se espera que logre una reducción absoluta de las emisiones de gases de efecto invernadero de más de un millón de toneladas de dióxido de carbono en diez años».
Pese al complejo escenario financiero y a las necesidades de financiación para respaldar el plan inversor, el directivo certificó que la salida a bolsa de la compañía, que se lleva rumoreando durante dos años, está descartada por ahora: «No está en la agenda. Tenemos carga de trabajo suficiente. La compañía ha decidido que quiere ser familiar en el corto y medio plazo».