El declive de la inversión en España: frenos y desafíos

La inversión en España sigue atascada, desafiando todas las previsiones. La Comisión Europea ha pronosticado incrementos de la inversión productiva sistemáticamente superiores a la evolución efectivamente observada en los últimos tres años.

Causas del declive de la inversión

Existen varias causas que explican el declive de la inversión en España:

  • Falta de previsibilidad: La reforma fiscal se ha ido posponiendo, restando previsibilidad a las decisiones empresariales. Además, la fragmentación normativa entre diferentes administraciones y la inseguridad jurídica en el desarrollo del suelo construible también contribuyen a la atonía inversora.
  • Distorsiones en la competencia: La guerra comercial entre grandes bloques geopolíticos, junto con la proliferación de ayudas de Estado en la Unión Europea, distorsionan la competencia y ensombrecen el horizonte económico de los exportadores.
  • Falta de apoyo a la transición verde: Las tergiversaciones acerca de la velocidad de la transición verde, como en el sector del automóvil, sujeto a objetivos cambiantes, también frenan la inversión.
  • Carencias institucionales: El informe Draghi achaca el menor impacto de la inversión pública en Europa, en comparación con EE. UU., a carencias institucionales y una cierta desconexión entre la producción científica y su aplicación en el tejido productivo.

Medidas para impulsar la inversión

Para impulsar la inversión en España, es necesario abordar los frenos subyacentes y afrontar los que surjan a raíz de la vuelta de Trump. Algunas medidas que podrían contribuir a mejorar el clima inversor son:

  1. Mejorar la previsibilidad: Introducir un tipo mínimo del 15% del impuesto de sociedades en términos efectivos, reducir la dispersión regulatoria y reforzar la seguridad jurídica en el desarrollo del suelo construible.
  2. Fomentar la competencia: Eliminar las distorsiones en el mercado único europeo y apoyar a las empresas exportadoras.
  3. Apoyar la transición verde: Definir objetivos claros y estables para la transición verde y proporcionar incentivos a las empresas que inviertan en tecnologías sostenibles.
  4. Mejorar las instituciones: Fortalecer las instituciones públicas y mejorar la coordinación entre la investigación y el sector productivo.

Si se abordan estos desafíos, España puede crear un clima más favorable para la inversión y sentar las bases para un crecimiento económico sostenible en el futuro.

"La falta de certezas también puede estimular lo que el Premio Nobel Daniel Kahneman denominaba pensamiento profundo o “lento”, es decir la capacidad de replantear los fundamentos de nuestras acciones, cuestionando el comportamiento rutinario que las caracteriza."

Raymond Torres, Director de Coyuntura de Funcas