Las desigualdades salariales por género persisten en México: Estas son las “justificaciones”
En México, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad preocupante, a pesar de los avances legislativos que buscan garantizar la igualdad en el ámbito laboral.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres ganan en promedio un 14% menos que los hombres por desempeñar funciones similares. Este fenómeno, aunque ilegal, se sigue justificando mediante argumentos como la supuesta experiencia laboral, la disponibilidad horaria o incluso la formación académica, factores que, en muchos casos, carecen de comprobación objetiva.
Experiencia laboral subjetiva
Diversos estudios han señalado que los empleadores recurren a criterios subjetivos para justificar diferencias salariales. Por ejemplo, el informe del World Economic Forum (2023) destaca que la experiencia laboral es uno de los argumentos más citados, aunque rara vez se sustenta con documentación tangible.
Sesgo relacionado con el rol familiar
De manera similar, las mujeres enfrentan un sesgo relacionado con su rol familiar, especialmente en sectores donde la disponibilidad para horarios extendidos o viajes frecuentes es considerada una ventaja, pero no siempre una exigencia real del puesto. Esta percepción refuerza estereotipos que penalizan a las mujeres, según confirma un reporte de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Falta de supervisión y transparencia
La Ley Federal del Trabajo establece en su Artículo 86 que “a trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones iguales, deberá corresponder salario igual”. Sin embargo, la implementación de esta norma enfrenta barreras como la falta de supervisión efectiva por parte de las autoridades laborales y la poca transparencia en los criterios de asignación salarial.
Cultura de subvaloración del trabajo femenino
La investigadora Ana Buquet, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, señala que “la desigualdad salarial tiene raíces profundas en una cultura que históricamente ha subvalorado el trabajo femenino, lo que normaliza estas prácticas dentro de las organizaciones”.
Falta de denuncias y políticas de transparencia
Organizaciones como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) instan a los trabajadores a denunciar casos de discriminación salarial. Sin embargo, las cifras muestran que pocas personas toman esta acción, ya sea por falta de información o por temor a represalias.
Además, expertos como la abogada laboralista María Fernanda Navarro proponen que las empresas adopten políticas de transparencia salarial, publicando los rangos salariales de los puestos y las métricas utilizadas para determinar incrementos o diferencias.
Implicaciones económicas y sociales
La brecha salarial no solo afecta a las mujeres, sino que también tiene implicaciones económicas para el país. Según el estudio Closing the Gender Gap in Employment del Banco Mundial, una mayor equidad podría incrementar el PIB de México hasta en un 22%.
Mientras tanto, organizaciones civiles y académicas siguen alzando la voz, recordando que la igualdad de género en el ámbito laboral es no solo una cuestión de justicia, sino también de progreso.