La oleada de huelgas portuarias en Estados Unidos ha puesto de relieve el creciente abismo entre las ganancias de las grandes navieras y los salarios de los trabajadores portuarios. En una investigación exhaustiva, Rana Foroohar, periodista de Financial Times, ha desvelado las enormes utilidades que han obtenido las compañías navieras globales en los últimos años, mientras que los salarios de los trabajadores portuarios apenas han aumentado.

Grotesca brecha salarial

Entre 2015 y 2023, los miembros de la United States Maritime Alliance (USMX), que representa a las compañías navieras de propiedad extranjera, registraron un aumento de sus utilidades de al menos el 350%. En cambio, los salarios de los trabajadores portuarios estadounidenses aumentaron sólo un 42%, y los sueldos de los trabajadores sindicalizados de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) apenas un 15%.

Las principales navieras de propiedad extranjera, muchas de las cuales están representadas en la junta directiva de USMX, han amasado miles de millones de dólares en ganancias y han repartido dividendos récord a sus accionistas. Maersk, por ejemplo, pagó más de 10.000 millones de dólares en dividendos en 2023 y más de 6.000 millones en 2022, mientras que Hapag-Lloyd repartió 11.000 millones de euros en 2023 y más de 6.000 millones en 2022.

Desigualdad corporativa bajo escrutinio

El enorme desequilibrio entre los beneficios empresariales y los salarios de los trabajadores ha llamado la atención del gobierno de Biden. El presidente ha dejado claro que no tolerará la especulación corporativa a expensas de los trabajadores, especialmente en medio de una pandemia. Los altos funcionarios de la Casa Blanca han mantenido conversaciones con las navieras, exigiéndoles que compartan sus enormes beneficios con sus empleados.

Trabajadores se plantan

Los trabajadores portuarios no son los únicos que ejercen presión sobre las empresas. La oleada de huelgas laborales en varios sectores, como Hollywood y la industria automotriz, refleja la creciente frustración de los trabajadores con las bajas remuneraciones, la falta de beneficios y la sustitución por tecnología.

Entre el 8% y el 12% de la fuerza laboral industrial en los países desarrollados se ha visto afectada por la competencia de China y la automatización. Los trabajadores temen que la inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas sigan desplazando puestos de trabajo, lo que lleva a una mayor desigualdad y malestar social.

Implicaciones políticas

La intervención del gobierno de Biden en la disputa de las huelgas portuarias ha tenido implicaciones políticas tanto positivas como negativas. Por un lado, ha demostrado el compromiso de la administración con los trabajadores y ha puesto de relieve la creciente desigualdad corporativa. Por otro lado, ha generado críticas de los líderes empresariales que ven en la postura pro-sindical del presidente una señal de hostilidad hacia las empresas.

Los beneficios políticos de la intervención de Biden para la vicepresidenta Kamala Harris son inciertos. Si bien los demócratas no han visto un aumento significativo en el apoyo de los miembros sindicales, Harris podría verse perjudicada en los estados del Medio Oeste industrial, donde los sindicatos tienen una fuerte presencia.

Conclusiones

  1. El gobierno estadounidense está dispuesto a denunciar la especulación corporativa excesiva, especialmente en medio de una crisis.
  2. El gobierno federal está adoptando un papel más activo en la regulación del mercado para proteger el interés público.
  3. Los trabajadores están exigiendo salarios justos, beneficios y protecciones contra la sustitución tecnológica.