El alquiler sigue disparado en Estados Unidos

El alquiler en Estados Unidos sigue imparable y continúa encareciéndose año tras año. Desde principios de 2020, el precio de las rentas ha aumentado un 26%, según un informe del Centro Conjunto de Estudios de la Vivienda de Harvard.

Esto está provocando que la mitad de los inquilinos del país destinen más del 30% de sus ingresos al pago del alquiler, situándolos en una situación de vulnerabilidad económica. La escalada de precios se debe, en parte, a que los salarios no han crecido al mismo ritmo que las rentas.

Además, la compra de una vivienda se ha convertido en una opción cada vez más difícil. Los precios de las casas han subido un 47% en los últimos cuatro años y las hipotecas son más caras que nunca, con tipos de interés que superan el 7%. Esto ha hecho que muchos estadounidenses no puedan permitirse comprar una casa, lo que ha provocado un aumento de la demanda de alquileres y, en consecuencia, una subida de los precios.

La situación es especialmente preocupante para los hogares de bajos ingresos y las personas mayores, que suelen tener ingresos fijos y les resulta más difícil hacer frente a los gastos crecientes. El informe de Harvard también destaca que la escasez de viviendas disponibles para la venta está contribuyendo al aumento de los precios.

Los propietarios con hipotecas más baratas que las actuales no tienen incentivos para vender sus casas, lo que reduce la oferta y hace que los precios suban. Como resultado, el inventario de viviendas a la venta ha disminuido en un 34% en comparación con 2019.

El aumento de los costos de construcción y los seguros también está dificultando la construcción de nuevas viviendas asequibles. Esto está agravando la escasez de viviendas y contribuyendo a la subida de los precios de los alquileres.

Para abordar esta crisis, el informe de Harvard recomienda un esfuerzo conjunto entre los sectores público y privado para aumentar la oferta de viviendas asequibles y ayudar a los inquilinos con dificultades económicas.