El asesor fiscal de Zaplana se enfrenta al fiscal durante el juicio del caso Erial
El juicio del llamado caso Erial ha sido escenario este jueves de un rifirrafe entre el representante de Anticorrupción y el asesor fiscal de Eduardo Zaplana, Francisco Grau, quien durante más de tres horas ha tratado de desviar y omitir dar respuesta a las cuestiones planteadas por el fiscal. La falta de concreción del asesor del expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro ha sido objeto, incluso, de varias llamadas de atención por parte del presidente del tribunal de la Audiencia de Valencia, que ha requerido al acusado para que aclarara sus respuestas.
La filosofía del deslavazado argumento de Grau ha sido la de mantener la inocencia de Zaplana, criticar al testaferro confeso del exdirigente del PP y señalar a los empresarios Cotino como propietarios únicos de las sociedades y del dinero que la acusación atribuye al exministro como pago de las mordidas por las adjudicaciones.
Francisco Grau está acusado, al igual que Eduardo Zaplana, de participar en la supuesta trama diseñada para el cobro y blanqueo de las comisiones ilegales pagadas por los hermanos Vicente y José Cotino, adjudicatarios de parte de las concesiones de los parques eólicos y del servicio de Inspección Técnica de Vehículos de la Comunidad Valenciana bajo el mandato del propio Zaplana. La fiscalía pide para él ocho años de prisión por los delitos de falsedad y blanqueo.
La declaración del asesor fiscal ha comenzado en un tono desafiante y se ha ido apagando según han transcurrido las horas. El representante de Anticorrupción ha repetido al acusado las preguntas tantas veces como ha sido necesario hasta conseguir alguna respuesta que, en alguna medida, estuviera relacionada con el tema.
Respuestas incongruentes
En varias ocasiones, el fiscal ha acorralado a Grau, quien ha dado respuestas incongruentes. 'Pone testamento pero no lo es', ha expuesto también al ser interrogado por un documento. 'Usted le ha dado una interpretación a esos documentos excesiva y fuera de lugar', ha contestado también al fiscal. 'No sé lo que he dicho porque llevo aquí toda la mañana', ha sido otra de las respuestas del asesor fiscal, quien ha tratado de vestir como normal que, en una operación de 2,8 millones de euros, no hablara con los titulares de ese dinero sino que, únicamente, operara con las indicaciones que le daba Joaquín Barceló, el amigo de la infancia de Zaplana que este miércoles confesó haber sido testaferro del expresidente de la Generalitat Valenciana.
Sobre este, además, ha dicho que, al concluir su testimonio, le aseguró que les habían obligado a hacerlo. 'A principios de diciembre me dijo que él no iba a volver a prisión', ha relatado en referencia al tiempo que ambos, además de Zaplana, estuvieron en la cárcel tras ser detenidos. 'Yo lo valoré también y me aconsejaron que lo hiciera', ha añadido en referencia al acuerdo al que han llegado algunos acusados, entre los que se encuentra el amigo de la infancia de Zaplana, con la fiscalía para que estos colaboren con la justicia a cambio, presumiblemente, de algún beneficio.