La dirección del PP y el Gobierno contactan para pactar los nombramientos del Banco de España
La dirección del Partido Popular (PP) ha contactado con el Gobierno de España para comunicar que querría pactar los nombramientos de gobernador y subgobernador del Banco de España, según ha podido confirmar Europa Press de fuentes conocedoras. Se trata de una regla no escrita, según estas fuentes, que el Ejecutivo y el Partido Popular consensúan para esta dupla. La tradición es que el candidato a gobernador sea propuesto por el Ministerio de Economía y el de subgobernador por el partido de la oposición. Así ocurrió en el caso de los salientes Pablo Hernández de Cos y Margarita Delgado, pero no con Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que fue designado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al margen de los populares, que criticaron que fuera militante del partido socialista y que procediera directamente del Gobierno.
Un nombramiento sin pactar hace que el gobernador tenga una posición disminuida, según señalan diversas personas del entorno del banco. Fuentes gubernamentales aseguran que están dispuestas a pactarlo todo, no obstante, al Gobierno le gustaría que también se adoptaran decisiones sobre el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La compleja situación política, con las elecciones europeas de por medio, puede dificultar el diálogo.
Los nombres que suenan para gobernador y subgobernador del Banco de España
Quedan pocos días para que acabe el mandato de Pablo Hernández de Cos. Antes del 11 de junio, el Gobierno tendría que designar su relevo en el Banco de España. Si bien esta decisión podría alargarse algunos días, ya que la subgobernadora Margarita Delgado, cuyo mandato vence en septiembre, podría seguir al frente del organismo
Cuando Román Escolano, entonces ministro de Economía del PP, nombró a Pablo Hernández de Cos, ni siquiera lo conocía en persona. Escogió a Hernández de Cos porque consideraba que tenía el mejor perfil para ejercer influencia en el Banco Central Europeo (BCE), ya que, al estar la política monetaria fuera del Banco de España y en manos de Fráncfort, era vital tener a alguien capaz de hacerse escuchar e influir en las decisiones del eurobanco.
La crisis del euro, entre 2008 y 2014, había puesto de manifiesto esta realidad del peor modo posible. Sin el apoyo del BCE, la deuda pública española quedaba expuesta a los vaivenes del mercado y al riesgo de una crisis de financiación. Alemania o Francia siempre serían escuchados en el consejo del BCE, independientemente del peso intelectual de su representante, pero España necesitaba tener una figura con voz y autoridad.
Italia ha logrado muchas veces réditos gracias a la habilidad de los cargos allí situados. Su banca salió mejor parada de la crisis financiera y consiguió evitar un rescate. España no podía prescindir de esa influencia, y así lo pensaba Escolano.
Seis años más tarde, la apuesta de Escolano ha funcionado. En la pandemia, el BCE reaccionó con contundencia, brindando la red de financiación que necesitaba el tesoro español. La labor de Hernández de Cos en esa parcela fue importante. También en el despliegue de los avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), imprescindibles para que las empresas pudieran seguir operando mientras mantenían la actividad cerrada.
La voz de Hernández de Cos ha sido influyente en todo momento, alertando de cualquier riesgo que se divisara en el horizonte, aunque a veces pisara callos en el Gobierno. Su figura se ha caracterizado por ser un «halcón» en España, en materias como el salario mínimo interprofesional (SMI) o las pensiones, para poder ser una «paloma» fuera. Han sido reiteradas sus llamadas a reconducir de forma gradual el desequilibrio de las cuentas públicas. Su papel como «Pepito Grillo» de la economía española ha incomodado a veces al Gobierno. No obstante, Hernández de Cos ha logrado restablecer una reputación que había sido seriamente dañada tras el estallido de la burbuja en 2008.
Ahora, el Gobierno busca un perfil similar al de Hernández de Cos. Los nombres de economistas afines al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), como Ángel Ubide, ya se han descartado. El exsecretario de Estado de Economía, David Vegara, pierde opciones por estar el banco donde trabaja, el Sabadell, en plena oferta pública de adquisición (OPA). La vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Montserrat Martínez, con raíces profundas en el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y buena capacidad técnica, optaría a un perfil más bajo, como el de subgobernadora, ya que durante su carrera ha desempeñado puestos de menor exposición mediática y sus conocimientos están más relacionados con la regulación y los mercados de capitales que con la macroeconomía y la política monetaria.
Así, los nombres que con mucha discreción barajan los ministros Carlos Cuerpo y Félix Bolaños son el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Manuel Campa; el presidente del Instituto de Estabilidad Financiera del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Fernando Restoy, y el director general de Economía del Banco Central Europeo (BCE), Óscar Arce. También se menciona a la actual secretaria del Tesoro, Paula Conthe, como una posibilidad si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, buscara una mujer, si bien algunas fuentes la descartan porque creen que todavía no reúne la experiencia suficiente.
La última palabra será del presidente. Pero se considera que todos los candidatos tienen un alto perfil técnico y que obtendrían sin problemas el respaldo del Congreso de los Diputados.