El paquete fiscal de Javier Milei se dirige a los tribunales

El futuro del mega paquete legislativo del gobierno de Javier Milei ingresó en una zona gris de interpretaciones constitucionales en torno a la posibilidad de que varios artículos -Cámara de origen de la Ley Bases y del paquete fiscal-, por su eventual judicialización.

El Senado aprobó en general las leyes que tenían aprobación previa de Diputados. Luego, en particular hizo su propio recorte, desechó cuestiones que no fueron siquiera incluidas en el dictamen, y modificó otras (como el alcance de las privatizaciones) en pos de lograr acuerdos políticos para arañar el número mínimo que les garantizó éxito con el desempate de la vicepresidenta Victoria Villarruel. ¿La ley quedó aprobada? en general sí, pero en particular, no.

Ganancias para la cuarta categoría

Gremialistas de sindicatos poderosos afilan a sus asesores jurídicos. Apenas promulgada podrá iniciar tanto reclamos individuales que tapicen tribunales tanto como presentaciones invocando su representación ante un colectivo definido que se encuentra afectado por el pago de Ganancias.

Invocarán, en primera medida, que deben pagar un tributo aprobado por una sola Cámara, lo que desvirtuaría el proceso constitucional previsto para la sanción de leyes (transformando el Congreso en unicameral para la instauración de un impuesto).

Beneficios sobre Bienes Personales

¿Quién va a litigar? los sujetos alcanzados -y beneficiados- por la alícuota y el plazo para poder adelantar períodos fiscales seguro que no. El Gobierno tampoco, porque lo impulsa y lo necesita para, como se dijo antes, atraer a potenciales blanqueadores que arrimen dólares.

Pero qué pasaría si las provincias vieran escurrirse un alto porcentaje de masa coparticipable que oxigene sus finanzas. ¿Tendrían legitimación para accionar? Esa es la otra discusión de orden técnico que atraviesa el destino judicial que tengan las demandas.

La única certeza parece ser que será la Corte Suprema la destinataria -otra vez- de una cuestión medular. Nadie puede predecir ni cuándo ni cómo se resolverá.