El pacto entre ERC y PSC para un concierto fiscal en Cataluña genera debate político

El acuerdo entre ERC y el PSC para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat a cambio de un concierto fiscal para Cataluña ha generado reacciones encontradas en el panorama político español.

El gobierno se muestra cauteloso

El Gobierno de España, por su parte, ha declinado valorar el acuerdo hasta que sea ratificado por los militantes de ERC. La portavoz del Ejecutivo y ministra de Educación, Pilar Alegría, ha expresado su "satisfacción" por el consenso alcanzado, pero ha insistido en que es necesario respetar los tiempos de los partidos políticos.

Los barones socialistas discrepan

Sin embargo, algunos barones socialistas, como Emiliano García-Page y Javier Lambán, han mostrado su oposición al acuerdo. Alegría ha respondido a estas críticas afirmando que "no son compartidas por este Gobierno".

El PSOE cierra filas

Pese a las discrepancias internas, el Gobierno de Pedro Sánchez se está asegurando de cerrar filas dentro del PSOE. La Comisión Ejecutiva Federal del partido ha dado el visto bueno al acuerdo y se ha comprometido a impulsarlo.

La Asociación de Inspectores de Hacienda denuncia "la ruptura del sistema"

Por otro lado, la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado ha denunciado que el concierto fiscal catalán supondría "la ruptura total del sistema" y una "auténtica barbaridad". Los inspectores critican que vulneraría la Constitución.

Reacciones encontradas en la sociedad

El pacto ha generado también reacciones encontradas en la sociedad catalana. Algunos sectores lo ven como un avance hacia la autodeterminación, mientras que otros temen que pueda agravar las desigualdades entre comunidades autónomas.

Conclusión

El preacuerdo entre ERC y el PSC para un concierto fiscal en Cataluña es un tema de gran trascendencia política y económica. El debate seguirá abierto hasta que se ratifique el acuerdo y se conozcan sus consecuencias.