La especulación inmobiliaria: un enemigo para el derecho a la vivienda
La vivienda, un derecho humano fundamental, se ha convertido en un bien escaso y caro en muchas partes del mundo. En España, el problema de la vivienda es especialmente grave, con precios desorbitados y una oferta insuficiente. Este problema no es nuevo, sino que tiene sus raíces en políticas y prácticas que han priorizado el lucro por encima del derecho a la vivienda.
El origen del problema
La frase "No queremos una España de proletarios, sino de propietarios" resume la ideología que ha guiado la política de vivienda en España durante décadas. Esta frase, pronunciada por el ministro franquista José Luis Arrese, ha llevado a políticas que favorecen la propiedad de la vivienda frente al alquiler, creando un sistema económico basado en los pilares del ladrillo, el turismo y las finanzas.
La financiarización de la vivienda
El proceso de financiarización, que convierte las viviendas en activos financieros, ha agravado el problema de la vivienda. Este proceso, impulsado por el modelo económico neoliberal y el abaratamiento del crédito, ha hecho que las viviendas se consideren inversiones más que hogares. Como resultado, el valor de uso de la vivienda, es decir, su función de albergar a personas, ha pasado a un segundo plano, mientras que el beneficio que puede generar con las subidas y bajadas del mercado se ha convertido en el factor principal.
Los fondos buitre y el rentismo popular
Los fondos de inversión, conocidos como fondos buitre, han desempeñado un papel importante en la financiarización de la vivienda. Estos fondos compran viviendas a bajo precio, a menudo tras ejecuciones hipotecarias, y las alquilan o venden a precios más altos. El rentismo popular, es decir, la inversión en vivienda por parte de ciudadanos particulares, también ha contribuido al problema, ya que ha aumentado la demanda de vivienda y ha hecho que sea más difícil para las personas comprar una casa para vivir.
La mercantilización de la vivienda
La mercantilización de la vivienda se refiere al proceso por el cual el valor económico de una vivienda se vuelve más importante que sus otros usos. Para los especuladores, el único valor de una vivienda es el beneficio que pueden obtener de ella, independientemente de su función como hogar. Esta mercantilización ha creado un conflicto entre quienes ven la vivienda como un hogar y quienes la ven como una inversión.
La gentrificación y la turistificación
La gentrificación, el proceso por el cual los barrios de clase trabajadora se vuelven más ricos y exclusivos, y la turistificación, el proceso por el cual las ciudades se convierten en destinos turísticos, han contribuido aún más al problema de la vivienda. Estos procesos han llevado a un aumento de los precios de la vivienda y a la expulsión de los residentes de bajos ingresos.
El fracaso de las políticas públicas
A pesar de la gravedad del problema de la vivienda, las políticas públicas no han logrado abordarlo de manera efectiva. No ha habido un interés real en desarrollar una política de vivienda sólida, y los asuntos habitacionales se han dejado al albur del mercado y los intereses del sector inmobiliario. Como resultado, la vivienda pública sigue siendo escasa y los precios de la vivienda continúan subiendo.
El derecho a la vivienda como derecho humano
La vivienda es un derecho humano fundamental, reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esto significa que todos tienen derecho a una vivienda adecuada, segura y asequible. Sin embargo, este derecho se está viendo amenazado por la especulación inmobiliaria y las políticas que priorizan el lucro sobre las personas.
Es esencial que los gobiernos tomen medidas para proteger el derecho a la vivienda. Estas medidas deben incluir la regulación del mercado inmobiliario, la inversión en vivienda pública y la protección de los inquilinos de los desalojos arbitrarios.
Solo abordando las causas profundas del problema de la vivienda podremos garantizar que todos tengan un lugar seguro y asequible para vivir.