El 'Señor del Tabaco' Bajo la Lupa de la Justicia Argentina
Pablo Otero, una figura prominente en la industria tabacalera argentina, está enfrentando serias acusaciones de lavado de dinero. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), anteriormente conocida como AFIP, ha presentado una denuncia formal ante la justicia, complicando aún más la situación legal del empresario, quien ya enfrenta otra causa por la presunta falsificación de estampillas fiscales en cigarrillos. Este nuevo revés judicial está poniendo en jaque su imperio empresarial, construido a base de estrategias fiscales controversiales.

ARCA Acusa a Otero de Operaciones Simuladas con Empresas Fantasma
La denuncia de ARCA, según informa ámbito.com, se centra en la presunta realización de operaciones simuladas entre 2021 y 2023. Se alega que Tabacalera Sarandí, la empresa de Otero, vendió cigarrillos por un valor superior a los $33.600 millones a 23 distribuidoras que carecían de la capacidad operativa necesaria. La jueza María Servini está actualmente analizando el caso.
Según el informe de la División de Fiscalización Externa de ARCA, estas operaciones podrían haber sido diseñadas para introducir dinero ilícito en el sistema financiero, utilizando la venta de cigarrillos de marcas como Red Point, West, Kiel y Master. La agencia sospecha que estas empresas actuaban como «pantallas» para blanquear fondos, ya que no poseían infraestructura física, personal contratado ni la solvencia económica requerida para llevar a cabo tales transacciones.
«Se identificaron inconsistencias que apuntan a un circuito de lavado con facturación apócrifa y simulación de actividad comercial», señala la denuncia de ARCA.

Además, se ha detectado que estas empresas emitían facturas con márgenes de ganancia mínimos, casi nulos, y realizaban los pagos en efectivo o a través de cuentas recaudadoras, dificultando el rastreo del origen y destino de los fondos. Esta modalidad, según los investigadores, es típica de operaciones de lavado de dinero.
Otro Frente Judicial Abierto por Falsificación de Estampillas
La situación de Otero se agrava aún más debido a otra investigación en curso en Mar del Plata, a cargo del juez Santiago Inchausti. En esta causa, se le acusa de la presunta falsificación de estampillas fiscales y la comercialización de cigarrillos apócrifos. Esta investigación se remonta a 2019, cuando la entonces AFIP detectó la venta de productos ilegales en kioscos de la costa bonaerense. ámbito.com reporta que la marca Red Point, perteneciente a Tabacalera Sarandí, fue una de las principales señaladas, junto con otras marcas como PIER y Dolchester.
Según el expediente judicial, algunos comercios tenían un stock considerable de cigarrillos falsificados, suficiente para abastecer amplias zonas de la ciudad, e incluso se transportaban productos a localidades vecinas como Tandil. Esto sugiere una operación de falsificación y distribución a gran escala.
El Ascenso de Tabacalera Sarandí: De Pyme a Gigante Gracias a Estrategias Judiciales
El meteórico ascenso de Otero en el mercado tabacalero comenzó en 2018, cuando logró eludir el pago del impuesto mínimo al tabaco, impuesto durante el gobierno de Mauricio Macri. Su argumento se basaba en que su empresa operaba como una pyme y que el tributo era confiscatorio. Esta estrategia le permitió ofrecer precios más bajos que sus competidores y, en consecuencia, ganar una importante cuota de mercado.
Las estimaciones del sector, según informa ámbito.com, indican que Tabacalera Sarandí pasó de controlar el 5,6% del mercado en 2016 al 38,4% en 2023, convirtiéndose en un actor dominante gracias a su ventaja impositiva. Sin embargo, esta ventaja ahora está siendo cuestionada por las autoridades judiciales.
Implicaciones y Posibles Consecuencias
La investigación por lavado de dinero representa una seria amenaza para el imperio de Pablo Otero. Si las acusaciones son probadas, el empresario podría enfrentar cargos penales y fuertes sanciones económicas. Además, la reputación de Tabacalera Sarandí podría verse gravemente dañada, afectando su posición en el mercado.
El caso también plantea interrogantes sobre la regulación y el control de la industria tabacalera en Argentina. Las autoridades deberán revisar los mecanismos de fiscalización para evitar que se repitan este tipo de maniobras fraudulentas. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar la competencia justa y proteger los intereses del Estado y de los consumidores.
El futuro del «Señor del Tabaco» está ahora en manos de la justicia, y las próximas semanas serán cruciales para determinar el rumbo de este caso que ha sacudido a la industria tabacalera argentina.