El subsidio agrario: una ayuda necesaria que languidece

El número de perceptores del subsidio agrario disminuye cada año, dejando a miles de jornaleros sin su principal sustento económico

El subsidio agrario, una prestación de 480 euros mensuales durante medio año para los trabajadores eventuales del campo, se encuentra en declive. La sequía y la escasez de empleo han dejado a miles de jornaleros sin su principal fuente de ingresos, y la reciente reducción de las peonadas exigibles para cobrar el subsidio llega tarde, según sindicatos y organizaciones agrarias.

La sequía y la crisis económica golpean al campo español

La sequía ha reducido las cosechas agrícolas al mínimo, dejando a miles de jornaleros sin trabajo. La crisis económica también ha golpeado al campo, con el cierre de empresas y la reducción de la demanda de productos agrícolas.

El subsidio agrario: una ayuda insuficiente pero imprescindible

El subsidio agrario, creado en 1984, es una ayuda fundamental para los trabajadores eventuales del campo. Aunque la cantidad es insuficiente, permite a miles de familias seguir viviendo en sus pueblos y evitar la despoblación rural.

La reducción de las peonadas: una medida tardía

El Gobierno ha reducido las peonadas exigibles para cobrar el subsidio agrario de 35 a 10. Esta medida llega tarde, según sindicatos y organizaciones agrarias, ya que no tiene carácter retroactivo desde enero, cuando se extinguió el anterior decreto. Miles de jornaleros se han quedado sin cobertura y tendrán que esperar a la próxima campaña de la aceituna, en otoño, para acumular las peonadas necesarias.

El futuro del subsidio agrario

El futuro del subsidio agrario es incierto. Los principales partidos políticos, ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas han reclamado en los últimos años la eliminación de las peonadas para acceder al subsidio. Sin embargo, la secretaria general de CC OO en Andalucía, Nuria López, discrepa y afirma que desvincular el subsidio de las peonadas supondría su supresión.

El subsidio agrario es una ayuda necesaria que languidece. La sequía, la crisis económica y la insuficiencia de la ayuda están dejando a miles de jornaleros sin su principal sustento económico. Es necesario tomar medidas urgentes para proteger a los trabajadores del campo y evitar la despoblación rural.