Alaska Airlines adquiere Hawaiian Airlines y refuerza su presencia en la ruta del Pacífico

En un movimiento estratégico clave, Alaska Airlines y Hawaiian Airlines anunciaron este domingo su fusión, en un acuerdo que transformará el panorama aeroespacial de Estados Unidos. Con la adquisición de Hawaiian por parte de Alaska Airlines por aproximadamente $1.9 mil millones, incluyendo una deuda de $900 millones, las compañías apuntan a crecer y competir en un mercado cada vez más globalizado.

La vuelta a la normalidad tras la pandemia ha resultado en cambios significativos en la industria aérea, y con esta fusión, las aerolíneas buscan expandir destinos y consolidar su presencia en la Costa Oeste, así como en rutas clave hacia Hawái. Con sede en Seattle y una operación bajo una única plataforma operativa, la entidad combinada espera ofrecer una experiencia de viaje enriquecida para sus clientes manteniendo a la vez dos marcas distintas.

¿Qué significa esta fusión para los viajeros y la competencia aérea?

La alianza permitirá a Alaska Airlines y Hawaiian Airlines ofertar un rango más amplio de vuelos y opciones para sus pasajeros. Ambas aerolíneas mantendrán su identidad de marca sobre una plataforma de operaciones unificada, con programas de lealtad integrados. A pesar de la fusión, aún no está claro cómo operarán las marcas de forma integrada. Se espera que la entidad combinada se posicione como la quinta o sexta mayor aerolínea en EE.UU., dependiendo de la aprobación de otras fusiones en el sector.

La operación dará nacimiento a una compañía con una flota considerable, 31,200 empleados y un tráfico estimado de 54.7 millones de pasajeros anuales, ampliando significativamente su alcance global y nacional.

Impacto económico y expectativa regulatoria

A raíz de la pandemia del COVID-19, Hawaiian Airlines ha enfrentado desafíos económicos, anticipándose incluso pérdidas para 2023. La consolidación de esta alianza podría ser crucial para su recuperación económica, ampliando su cuota de mercado en Hawái a más del 50%. Sin embargo, la aprobación de la fusión por parte de la administración de Biden, que ha demostrado ser anti-consolidación, es incierta. Las administraciones previas han detenido alianzas y fusiones sustanciales en la industria aérea por preocupaciones antimonopolio, lo que sugiere que este acuerdo podría enfrentar obstáculos regulatorios.

Reacción de los grupos de empleados

Los sindicatos representativos de la fuerza laboral de ambas aerolíneas, incluyendo la Asociación de Auxiliares de Vuelo y la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales, han mostrado cautela, indicando que su apoyo dependerá de las mejoras en las condiciones laborales y los beneficios acordados. Las respuestas iniciales han sido medidas, poniendo énfasis en la importancia del bienestar de sus miembros tras la fusión.