El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advierte de que las preocupaciones económicas han pasado de centrarse en la elevada inflación a temer por el crecimiento. El BCE ya ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento dos veces este año, y Guindos alerta del daño potencial de una combinación de obstáculos cíclicos y estructurales.

Vulnerabilidades económicas

Guindos señala tres grandes vulnerabilidades para la economía europea: la volatilidad de los mercados financieros, el riesgo soberano y el aumento de las insolvencias. En cuanto a los mercados, percibe un exceso de optimismo en las valoraciones de las acciones y los bonos corporativos, lo que podría subestimar la probabilidad de escenarios adversos.

El riesgo soberano también preocupa, ya que los niveles de deuda siguen siendo elevados en muchos países de la zona euro. Esto podría desencadenar problemas con las primas de riesgo y complicar la financiación de desafíos estructurales como la defensa, el cambio climático o la digitalización.

Por último, Guindos alerta del aumento de las insolvencias, que podrían socavar aún más la capacidad de devolver deudas de hogares y empresas.

Implicaciones para el BCE

A pesar de que el foco esté pasando de la inflación al crecimiento, la estabilidad de los precios sigue siendo el mandato del BCE. Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca con su batería de aranceles podría alterar su evolución.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, advierte de los riesgos que plantea esta nueva oleada proteccionista, que podría traducirse en mayores presiones inflacionarias y una reacción de los bancos centrales con tipos de interés más altos.

Conclusión

Guindos reconoce que lo peor de la inflación puede haber pasado, pero advierte de que la tregua de los precios no va acompañada de buenas noticias en el flanco de la actividad. El BCE está atento a los riesgos y está dispuesto a tomar las medidas necesarias para mantener la estabilidad de precios.