El proceso para solicitar una pensión ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) parece sencillo en teoría, pero en la práctica puede presentar complicaciones que alargan o incluso detienen el trámite temporalmente.

Estas son las tres principales razones por las que el IMSS podría negarte la pensión:

1. Múltiples CURP o números de seguridad social

Uno de los problemas más frecuentes al solicitar la pensión es la existencia de más de un CURP o número de seguridad social. Este inconveniente surge principalmente debido a errores en la digitalización de los datos. Al contar con varios números, las semanas cotizadas pueden estar dispersas, lo que puede provocar que no se reconozcan todas al momento de solicitar la pensión.

Cómo evitarlo: Revisa que solo tengas un CURP y un número de seguridad social válido y activo antes de iniciar el trámite.

2. Inconsistencias en el nombre

Otro problema común es la falta de coincidencia entre el nombre registrado en los diferentes documentos oficiales. Tu nombre completo debe coincidir en tu acta de nacimiento, tu CURP, el registro del IMSS, tu cuenta de Afore y tu estado de cuenta bancario.

Las diferencias, por mínimas que sean (incluso errores ortográficos), pueden provocar que el Instituto niegue o retrase la resolución de tu pensión.

Cómo evitarlo: Revisa todos estos documentos con tiempo para evitar contratiempos.

3. Falta de semanas cotizadas

Aunque no siempre se menciona, la falta de semanas cotizadas correctamente registradas puede ser un factor decisivo en la aprobación o negación de tu pensión. Muchas personas no revisan su reporte de semanas cotizadas antes de tramitar su pensión y, al recibir la resolución, se dan cuenta de que faltan semanas.

Esto se debe a que las cotizaciones no siempre se reflejan adecuadamente o hay periodos sin registrar.

Cómo evitarlo: Verifica tu reporte de semanas cotizadas y asegúrate de que estén todas registradas.

Es esencial que todos estos detalles se revisen con antelación. La falta de previsión en alguno de estos puntos puede alargar el proceso de manera significativa.

Si estás cerca de tramitar tu pensión, comienza por revisar tu CURP, tu número de seguridad social y tu nombre completo en todos tus documentos. Además, asegúrate de que todas tus semanas cotizadas estén correctamente registradas. Esto te ayudará a evitar retrasos innecesarios y dolores de cabeza en el futuro.