La banca española se ha comprometido a mejorar la transparencia e independencia de las tasaciones inmobiliarias, en respuesta a las preocupaciones del Banco de España sobre posibles deficiencias en este proceso.
Banco de España preocupado por las tasaciones inmobiliarias
El Banco de España lleva tiempo preocupado por la calidad de las tasaciones inmobiliarias. En 2022, envió una carta a dos asociaciones de tasadoras expresando sus inquietudes sobre la falta de medios técnicos y humanos para controlar las tasaciones, las deficiencias en la aplicación de métodos de valoración y la escasa calidad de los informes.
En junio de 2023, el Banco de España envió otra carta a las dos principales organizaciones bancarias, la Asociación Española de Banca (AEB) y Ceca, detallando una serie de deficiencias en los trabajos de tasación. Entre ellas, se incluían peticiones de borradores previos, pago de comisiones en función del volumen e imposición de condiciones según la política interna de cada entidad.
Compromisos de la banca
En respuesta a estas preocupaciones, la banca ha elaborado informes individuales que deben remitir al Banco de España antes de fin de año. En estos informes, los bancos se comprometen a:
- Justificar la ausencia de capacidad de presión sobre las tasadoras.
- Garantizar que no conocen el valor de tasación de un inmueble antes de la emisión del informe.
- Incrementar la transparencia de los contratos.
También han tratado de explicar al Banco de España que algunos de sus recelos son infundados, como la posible existencia de sesgos en la contratación de tasadoras o las tasaciones corregidas por el banco.
Respecto a los precios, los bancos han alertado sobre los problemas que podría generar intervenir el mercado y evitar que las tasadoras formen los precios libremente, lo que reduciría la competencia y podría afectar a la calidad de los trabajos.
Medidas preventivas
Estas medidas buscan poner freno a posibles focos de inestabilidad en el futuro, aunque el Banco de España descarta en su informe de estabilidad financiera que la vivienda sea un factor de riesgo para el sistema financiero.
Los datos apuntan a que las entidades se están preparando para un posible shock. El valor medio de los préstamos con respecto al valor del inmueble era del 63% a cierre del segundo semestre, ligeramente por encima del 62% del año anterior. El porcentaje de préstamos por encima del 80% es del 7,3%, 1,2 puntos más que a finales de 2023. La morosidad se sitúa en torno al 3%.