La batalla por los caladeros europeos deja un mar de pescadores enfadados
Los ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea han llegado a un acuerdo para reducir los días de pesca en el Mediterráneo de 130 a 27, lo que ha generado una gran indignación entre los pescadores.
El comisario de Océanos y Pesca de la Comisión Europea, Costas Kadis, defendió el plan, argumentando que era necesario para proteger las poblaciones de peces y garantizar la sostenibilidad de la pesca.
Sin embargo, los pescadores aseguran que el recorte tendrá un impacto devastador en sus medios de vida, ya que les obligará a dejar de pescar durante gran parte del año. También argumentan que el plan no tiene en cuenta las diferencias entre las distintas pesquerías del Mediterráneo.
"Con 27 días al año no hay empleo ni pescadores", rezaban las pancartas de los cientos de manifestantes que se concentraron a las puertas de la Comisión en Madrid.
El acuerdo ha sido criticado también por grupos ecologistas, que argumentan que no es lo suficientemente ambicioso para proteger las poblaciones de peces.
La Política Pesquera Común (PPC) de la UE ha sido criticada por estar demasiado centrada en los aspectos medioambientales y no lo suficiente en los sociales y económicos de la pesca.
Los pescadores afirman que la PPC ha provocado un descenso del número de barcos pesqueros en España, de 13.000 en 2008 a 8.657 este año. También argumentan que la PPC no ha mejorado los ingresos de los pescadores, que han disminuido en los últimos años.
El ministro español de Agricultura y Pesca, Luis Planas, calificó el acuerdo de "inaceptable", pero finalmente lo aceptó para evitar una minoría de bloqueo que hubiera congelado su entrada en vigor.
El acuerdo prevé una serie de medidas compensatorias para los pescadores, como ayudas económicas y cambios en las artes de pesca.
Sin embargo, los pescadores afirman que estas medidas no son suficientes para compensar las pérdidas que sufrirán por el recorte de los días de pesca.
El acuerdo ha generado una gran incertidumbre entre los pescadores, que no saben cómo van a poder seguir adelante con sus negocios.
La batalla por los caladeros europeos está lejos de terminar, y es probable que los pescadores sigan protestando por el acuerdo en los próximos meses.