El aumento de los sueldos políticos en Argentina no beneficiará a los ciudadanos

A pesar de los reiterados reclamos ciudadanos, el polémico aumento de los sueldos de los senadores argentinos no tendrá un impacto directo en el nivel de vida de la población. La indignación pública se ha extendido en las últimas horas, no solo por los elevados salarios que perciben los políticos, que superan los cuatro millones de pesos mensuales, sino también por la mala calidad de los servicios que prestan y el intento de ocultar la decisión.

Profundización de la desigualdad

El descontento se ha generalizado porque los privilegios se mantienen intactos. Según varios informes de economistas privados, los salarios de los trabajadores del sector privado registrado caerán este año como consecuencia de la elevada inflación. Además, el reajuste de precios relativos, con valores de bienes y servicios muy superiores al IPC en algunos segmentos y las paritarias "pisadas", profundizará más de lo previsto la pérdida de capacidad adquisitiva.

Un trabajo elaborado por la consultora Abeceb estima que el salario real en el sector privado formal podría caer en promedio un 6,1% en 2024. Sin embargo, el mismo informe afirma que el ingreso disponible podría reducirse más del doble debido al "fuerte reacomodamiento" de los precios relativos de las tarifas de gas, luz, agua, transporte público, combustibles y medicamentos.

"Un trabajador que en promedio en 2024 va a ganar $1.340.000 y que su salario le creció por debajo de la inflación y le va a caer en términos reales 6,1%, lo que le quede para gastar, después de pagar el alquiler, combustible, transporte, luz, gas (estos componentes que aumentan muy por encima de la inflación) va ser $840.000, lo que implican una caída de 15,5% respecto del ingreso disponible que tenía el año pasado en términos reales", explica el informe.

El empleo también se resiente

La economía se enfría, al menos para los trabajadores que no dependen del Estado. Según la información procesada del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en enero, el empleo asalariado registrado del sector privado se contrajo un 0,5% con respecto al mes previo. Esto significa que alrededor de 30.000 trabajadores perdieron su empleo.

"Con este último resultado, se verifica el quinto mes de caída del empleo asalariado registrado privado. La magnitud de la caída resulta relevante si se tiene en cuenta que hay que retrotraerse a septiembre de 2019 para encontrar una contracción similar, sin considerar los dos primeros meses del período de la pandemia de Covid-19", escribieron los técnicos de la Secretaría de Trabajo.

Según la consultora Sudamericana Visión, entre agosto y enero se perdieron más de 70.000 puestos de empleo formal privado.

La Encuesta de Indicadores Laborales (Min. de Capital Humano) indica que los despidos superan a las incorporaciones, por lo que en febrero el empleo registrado siguió disminuyendo.

Tras la caída real de 11% de los salarios del empleo privado registrado en diciembre, la más importante en más de 30 años, el salario promedio real presenta una incipiente tendencia creciente en los dos primeros meses de 2023.

Esto ha permitido recuperar una parte "relevante" de la capacidad de compra perdida. "Entre los principales factores que explican esta recuperación de los salarios reales se encuentran: la desaceleración del aumento del IPC en enero y febrero, y la dinámica de la negociación colectiva que adaptó rápidamente las demandas salariales al nuevo escenario inflacionario", dicen los analistas.

Las grandes empresas se preparan para nuevos ajustes

Sin embargo, en las entrañas de las grandes empresas no son tan optimistas y creen que los aumentos de sueldo de su personal estarán al filo con la inflación, o sea, con el promedio general de los aumentos más allá de que otros servicios y bienes de la clase media aumenten más.

La última encuesta de SEL Consultores entre 124 grandes empresas de distintos rubros estima que las firmas esperan una inflación de 195%. Los aumentos previstos para el personal dentro de convenio es de 190% promedio. Para los fuera de convenio, de 195%. Hasta ahora las alzas otorgadas en promedio llegan al 52%. Los incrementos, creen en los departamentos de Recursos Humanos, se dividirán en múltiples cuotas (el 70% lo otorgará en seis veces o más).

Sin embargo, quizás el verdadero ajuste venga ahora por la cantidad más allá del precio: el 16% de las grandes compañías consultadas esperan bajas durante este año, mayormente entre operarios y tercerizados.