La OPA del BBVA sobre el Sabadell se retrasa y supera los plazos previstos

La oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Sabadell sigue demorándose más de lo esperado por el banco vasco. Cuando el BBVA lanzó la oferta hostil el pasado 9 de mayo, calculaba obtener todas las autorizaciones regulatorias en un plazo máximo de entre cinco y seis meses. Este plazo venció el pasado 9 de noviembre, cuando se cumplió medio año desde que se lanzó la OPA, sin que el BBVA haya alcanzado los hitos que se marcó inicialmente para esta fecha.

Retraso de los reguladores

El retraso en la emisión del dictamen de los reguladores, principalmente la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es la principal causa del retraso.

Otros factores que afectan al BBVA

El paso del tiempo no es baladí para el BBVA, que debe afrontar junto con la OPA otro frente en México. El banco está sufriendo en Bolsa por la caída del peso, especialmente desde la elección de la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum, y el conflicto diplomático abierto con España en su toma de posesión. Todo ello se agravó con la elección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

México es el primer mercado del BBVA y representa el 44% de su margen bruto. Por lo tanto, la evolución de México influye en la marcha del banco en Bolsa y en su capacidad para mejorar la OPA sin recurrir a una ampliación de capital.

Resultados electorales en EE.UU.

Los recientes resultados electorales en EE.UU. tampoco han ayudado. Un informe de Barclays apuntaba a que el BBVA sufriría ante una presidencia de Trump, por sus políticas migratorias y de introducción de aranceles, que debilitarían el peso. Citi también lo sitúa entre los bancos europeos más sensibles al resultado de las elecciones.

Las acciones del Sabadell han experimentado una caída similar a las del BBVA la semana pasada, lo que demuestra que los inversores correlacionan la cotización de ambas entidades.

Situación en España

En España, de las tres autorizaciones que esperaba obtener el BBVA antes del 9 de noviembre, solo cuenta con el beneplácito del Banco Central Europeo (BCE), que en septiembre expresó su no oposición a la transacción. El siguiente hito es la CNMC, que prevé emitir un primer veredicto la próxima semana.

La CNMC puede autorizar la operación en una primera fase, validando la propuesta de compromisos remitida por el BBVA, o ampliar su análisis y llevarlo por la segunda fase.

Aunque la CNMV solo estaba obligada a esperar a la decisión del BCE, previsiblemente aguardará la decisión de la CNMC.

Plazos previstos

El BBVA esperaba que el plazo de aceptación de la OPA se extendiera hasta ocho meses después de obtener la autorización de la CNMV. Sobre el papel, este plazo aún se puede cumplir, pero el mercado espera que la CNMC opte por la segunda fase, lo que haría estallar los plazos.

La segunda fase retrasará la opinión de la CNMC hasta el verano. Además, supone indefectiblemente que la OPA vaya a una tercera fase, en la que el Consejo de Ministros puede ampliar o reducir las condiciones impuestas por la CNMC.

Dado el rechazo expreso del Gobierno a la OPA, se espera que imponga requisitos muy elevados y difíciles de cumplir.