España reduce drásticamente su deuda externa a niveles previos a la Gran Recesión
España ha logrado reducir su deuda externa de manera significativa, alcanzando niveles no vistos desde antes de la Gran Recesión. Este logro es el resultado de una combinación de factores, incluyendo superávits por cuenta corriente, disminución de las importaciones y un fuerte crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB).
Superávits por cuenta corriente
Uno de los factores clave en la reducción de la deuda externa de España han sido los constantes superávits por cuenta corriente. Tras superar el año más duro de la pandemia, España ha registrado excedentes en sus intercambios comerciales con otros países, lo que ha contribuido a reducir su deuda.
Disminución de las importaciones
La disminución de las importaciones también ha jugado un papel importante en la reducción de la deuda externa. El descenso del coste de las importaciones, especialmente en el sector energético, ha permitido a España reducir su déficit comercial.
Crecimiento del PIB
El fuerte crecimiento del PIB nominal de España en los últimos años también ha contribuido al desendeudamiento. El aumento del valor del PIB, sin tener en cuenta el efecto de la inflación, ha ayudado a España a reducir la proporción de deuda con respecto al tamaño de su economía.
Efecto en los pagos de intereses y la confianza de los inversores
La reducción de la deuda neta ha tenido un impacto positivo en los pagos de intereses. Según Funcas, los pagos de intereses ahora equivalen solo al 15% de los ingresos por turismo, a pesar del aumento de las tasas de interés. Además, la estructura de la deuda ha mejorado, atenuando el riesgo financiero que preocupaba en los años de la Gran Recesión.
El desendeudamiento y la entrada de capital fiable han ayudado a España a recuperar la confianza de los inversores. Aunque la tasa de deuda actual sigue siendo superior al nivel prudencial de referencia de la Comisión Europea, el 17%, la situación es óptima para que España siga reduciendo su deuda en los próximos años.
Riesgos y desafíos
A pesar de los avances logrados, España todavía enfrenta algunos riesgos y desafíos en su camino hacia la reducción de la deuda. La Comisión Europea advierte que las condiciones de financiación más estrictas y la desaceleración económica de los principales socios comerciales podrían aumentar el servicio de la deuda. Además, las perturbaciones en las cadenas de valor mundiales podrían ejercer presión al alza sobre los precios de la energía y las importaciones de materias primas, lo que afectaría negativamente a la balanza comercial.
Sin embargo, la inversión extranjera directa ayuda a mitigar estas vulnerabilidades. Además, se espera que la consolidación fiscal y las políticas para impulsar la competitividad contribuyan a mejorar la posición deudora de España con el exterior.