La deuda pública española escala al 109% del PIB y supera el objetivo del Gobierno con creces

Qué

La deuda pública española ha alcanzado el 109% del PIB en el primer trimestre del año, según datos del Banco de España. Esta cifra supone un incremento de 1,3 puntos porcentuales respecto al cierre de 2023 y de un 5,1% en términos absolutos respecto al mismo periodo del año anterior.

Quiénes

El Gobierno español había fijado para este año un objetivo de deuda pública del 106,3% del PIB, por lo que la tasa del primer trimestre ya supera el objetivo para el conjunto del año.

Cuándo

La deuda pública española ha ido aumentando progresivamente en los últimos años, debido principalmente a la crisis financiera de 2008 y a la posterior pandemia de COVID-19.

Cómo

El aumento de la deuda pública se ha financiado principalmente a través de la emisión de deuda pública en los mercados financieros. La deuda pública española está considerada como un activo seguro, por lo que goza de una elevada demanda entre los inversores.

Dónde

La deuda pública española está distribuida entre diferentes subsectores de las administraciones públicas. El conjunto de la Administración Central concentra el 99,6% del PIB, mientras que las Comunidades Autónomas representan el 22,2% del PIB y las corporaciones locales el 1,6% del PIB.

Por qué

El aumento de la deuda pública española es un motivo de preocupación para el Gobierno, ya que puede limitar su capacidad para financiar otros gastos públicos esenciales, como la educación, la sanidad o las infraestructuras.

Evolución de la deuda por instrumentos y plazos

La deuda materializada en valores a largo plazo ha experimentado un crecimiento interanual del 6,8%, mientras que los préstamos a más de un año se han reducido en un 6,1% con respecto a marzo de 2023.

Atendiendo a la distribución del saldo según este desglose de instrumentos, en marzo de 2024 la deuda se encontraba materializada principalmente en pasivos a largo plazo, al representar un 95% del total, siendo especialmente significativo el peso de los valores a largo plazo con un 84,7%, mientras que el porcentaje de la deuda a corto plazo era de un 5%.