La normalidad en la gestión de la cadena de suministro sigue siendo esquiva, a pesar de los indicios de un retorno a la estabilidad tras la pandemia
A pesar de que el 2023 insinuó un retorno parcial a cierta estabilidad post-COVID-19, el inicio de este año plantea la importancia de la resiliencia y una mejor gestión de las cadenas de suministro. Los cambios en los flujos comerciales mundiales, la situación de las economías emergentes y el contexto geopolítico son factores recurrentes que inciden en las interrupciones inesperadas de la cadena de suministro.
La sequía extrema ha provocado una disminución en los niveles de agua del Canal de Panamá, lo que ha reducido el número de tránsitos de barcos y ha generado retrasos prolongados. Además, el conflicto en el Mar Rojo y el acceso restringido al Canal de Suez han obligado a las empresas a desviar el transporte marítimo alrededor del Cabo de Buena Esperanza, lo que suma unas dos semanas adicionales al tiempo de envío.
Estas circunstancias difieren de los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19, que provocó un aumento significativo de la demanda. Ahora, el reto es una posible escasez de oferta. Sin embargo, en ambos casos se requieren medidas para mejorar la capacidad de adaptación de la cadena de suministro.
La situación actual: retrasos e impacto en las empresas
El mayor impacto se encuentra en la carga que viaja de Asia a Europa, aunque los retrasos también afectan a las rutas de Asia a la costa occidental de América del Norte. Se estima que las cadenas de suministro globales requerirán alrededor de dos meses para absorber las dos semanas adicionales de existencias.
Estos retrasos tienen un impacto directo en los ingresos de las empresas, lo que subraya la necesidad de invertir en cadenas de suministro capaces de adaptarse a circunstancias adversas. Algunas empresas automovilísticas han detenido sus líneas de producción en respuesta a la escasez de materiales, lo que ejemplifica las consecuencias de una gestión deficiente de la cadena de suministro.
Mejorar la resiliencia y prepararse para futuras interrupciones
Las empresas pueden desarrollar una comprensión exhaustiva de sus operaciones y del entorno en el que operan para destacar en la gestión de la cadena de suministro. Deben establecer una ventaja competitiva, comprender profundamente sus conexiones a nivel micro y monitorear el mundo en busca de indicios de futuros desafíos.
Implementar acciones estratégicas para mitigar futuros riesgos es fundamental. Establecer opciones para cambiar las cadenas de suministro, los lugares de producción o los mercados operativos puede proporcionar alternativas ante interrupciones. Explorar nuevas tecnologías, asociaciones y materiales alternativos también contribuye a mejorar la resiliencia.
La necesidad de una mejor gestión de la cadena de suministro
Mejorar la gestión de la cadena de suministro y buscar la resiliencia es esencial en un panorama global cada vez más impredecible. Los líderes empresariales deben tomar medidas para desarrollar una mayor resiliencia y prepararse para futuras interrupciones cada vez más frecuentes.
Históricamente, las investigaciones han predicho interrupciones de un mes o más cada 3 años aproximadamente, lo que sugiere que las empresas deben estar preparadas para este tipo de situaciones. Con una mejor gestión de la cadena de suministro y una mayor anticipación, las empresas pueden navegar por los desafíos actuales y futuros y lograr el éxito empresarial en el mundo actual.