La inflación en Estados Unidos repuntó en octubre hasta el 2,6%, tras seis meses consecutivos de descenso. Esta subida se debió principalmente al aumento del coste de la vivienda y los alimentos, especialmente los que se consumen fuera del hogar.

Factores que contribuyen a la inflación

La inflación en Estados Unidos se ha visto impulsada por varios factores, entre ellos:

  • El resurgimiento de la demanda tras la pandemia
  • Las restricciones de la oferta, como los cuellos de botella en la cadena de suministro
  • El fuerte estímulo monetario y fiscal
  • La crisis energética y de materias primas provocada por la guerra de Ucrania

Medidas de la Reserva Federal

La Reserva Federal ha tomado medidas agresivas para frenar la inflación, incluyendo:

  • Subidas de los tipos de interés
  • Reducción de la hoja de balance
  • Venta de activos

Estas medidas han ayudado a contener la inflación, pero también han provocado una desaceleración del crecimiento económico.

Perspectivas de futuro

Las perspectivas de futuro de la inflación son inciertas. La Reserva Federal espera que la inflación se modere en 2023, pero aún existen riesgos al alza, como la guerra en Ucrania y la crisis energética.

Los consumidores seguirán sintiendo los efectos de la inflación, ya que los precios de muchos bienes y servicios básicos siguen siendo elevados. La Reserva Federal tendrá que seguir sopesando los riesgos de la inflación y el crecimiento económico a medida que toma decisiones sobre la política monetaria.

“El banco central de Estados Unidos ha sido capaz de contener los precios con su política monetaria sin provocar pérdidas de empleo ni una recesión, acariciando el ansiado aterrizaje suave.”

— Miguel Jiménez, El País