El panorama del alquiler en España se ha convertido en un sinónimo de precariedad e incertidumbre económica, según un informe elaborado por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA). Con base en encuestas a más de 2000 inquilinos de Madrid y Barcelona y el análisis de datos públicos, el estudio revela que la finalización de los contratos indefinidos y la proliferación de contratos temporales han generado una grave inestabilidad en el mercado.

Los contratos temporales: Un factor de inestabilidad

El fin de los contratos indefinidos, reemplazados por contratos temporales de cinco o siete años de duración, ha dejado a los inquilinos desprotegidos. Esta situación, sumada a la gran rotación de inquilinos, ha provocado un aumento del número de contratos firmados.

El 90% de los inquilinos tiene contratos temporales

Las encuestas muestran que el 90% de los inquilinos en Madrid y Barcelona tienen contratos temporales y de mercado. Solo un 7,6% cuenta con contratos de renta antigua o sociales.

Los precios de los alquileres se disparan

La finalización de los contratos también ha empujado los precios de los alquileres por encima del IPC. Cerca del 70% de los inquilinos de Madrid y el 65% de Barcelona destinan más del 30% de sus ingresos a pagar el alquiler y los suministros.

Las mudanzas no deseadas: Un problema creciente

Más del 60% de los arrendatarios en Madrid y el 80% en Barcelona se han mudado en los últimos años. Estas mudanzas no deseadas, motivadas por subidas de precio inasumibles o fraudulentas, se conocen como "desahucios invisibles".

Responsables del calentamiento de precios

El estudio señala que, además de la temporalidad de los contratos, la intervención de inmobiliarias y portales inmobiliarios también ha contribuido al aumento de los precios. Las inmobiliarias, que cobran honorarios por sus servicios, y los portales, que muestran rentas más altas que los precios reales, benefician a caseros, inmobiliarias y portales en detrimento de la estabilidad de los inquilinos.

Contratos indefinidos y regulación efectiva

Para abordar esta situación, el estudio aboga por contratos indefinidos o permanentes que se renueven automáticamente, salvo excepciones. También recomienda una regulación de los precios del alquiler ajustada a los ingresos de los hogares y la protección del uso residencial de las viviendas, limitando el alquiler turístico y de temporada.

Inquilinos en riesgo

La precariedad del mercado del alquiler tiene graves consecuencias para los inquilinos, especialmente para las familias con menores. La inestabilidad residencial y el estrés financiero pueden afectar a su bienestar y estabilidad económica.