Las reservas de Airbnb caen un 8,7%, lo que frena su crecimiento

Las acciones de Airbnb se desploman este miércoles alrededor de un 13%, amenazando con firmar su peor sesión desde su salida a Bolsa en diciembre de 2020. La culpa del castigo de los inversores la tiene en esta ocasión unas previsiones de negocio más débiles de lo esperado, así como la advertencia que Airbnb ha lanzado sobre una ralentización del turismo en Europa y Estados Unidos.

Según el documento que la compañía ha remitido al supervisor de los mercados estadounidenses, los ingresos de Airbnb repuntaron un 13,66% respecto al mismo periodo comparable de 2023 hasta quedar en 4.890 millones de dólares. Sus beneficios también crecieron un 6,77% alcanzando los 819 millones de euros.

Caída en las reservas y perspectivas poco alentadoras

A pesar de un aumento del 8,7% interanual de las reservas efectuadas a través de su plataforma durante el segundo trimestre, sus 125,1 millones de reservas no han convencido a unos mercados que esperaban un 9,8% de crecimiento. Además, Airbnb ha advertido de que en el tercer trimestre pasará lo mismo. Para los meses que comprenden el pico veraniego, los analistas preveían un 11% de repunte en las reservas, pero la compañía dice que espera una "cierta moderación" del repunte de reservas en el tercer trimestre.

En cuanto a ingresos, Airbnb prevé que en el tercer trimestre se sitúen entre los 3.670 y los 3.730 millones de dólares, por debajo de 3.840 millones de dólares. Según datos de Bloomberg, las previsiones de Airbnb implican el ritmo de crecimiento más débil desde 2020.

El turismo pierde fuerza y Airbnb lo acusa

La plataforma se suma así a una creciente lista de señales que apuntan a que el turismo está perdiendo fuerza. La semana pasada, fue el gigante de las reservas hoteleras Booking el que dio unas previsiones futuras peores de lo esperado, culpando a una "leve moderación" de la actividad en Europa y a unos viajeros que están optando por hoteles de menores estrellas y estancias más cortas, especialmente, en Estados Unidos.

En el caso de España, los últimos datos disponibles, correspondientes al mes de junio, mostraban como una subida de precios del 7,8% en un año no había evitado una subida del 5,4% en el número de pernoctaciones acumuladas en lo que iba de año hasta entonces: más de 38 millones.

Las acciones de Airbnb se desplomaban un 14,7% en el momento de la apertura, lo que implicaba que la empresa iba camino de firmar su peor sesión bursátil desde su salida a Bolsa en 2020. A escasos momentos del cierre de los mercados europeos, la caída se había moderado al 12,7%.

La empresa ha seguido una estrategia de invertir para entrar en mercados menos maduros, incluyendo el lanzamiento de alojamientos especiales basadas en la cultura local de los diferentes países en los que pretende expandirse. Según Bloomberg, esta expansión internacional tiene visos de pesar en los márgenes de beneficio en el corto plazo: Airbnb espera que los gastos de marketing crezcan más rápido que los ingresos en el tercer trimestre, en parte, debido a estos nuevos mercados.

El mal día de Airbnb no se ha contagiado a otros grandes del sector turístico. Booking sube alrededor de un 1%, Amadeus, más de un 1,6%, mientras que el sector, repunta un 0,6% dentro del Stoxx 600.