El entramado empresarial de Leonardo Camani, el rey de las fotomultas en la provincia de Buenos Aires, sigue siendo investigado. El empresario, dueño de la empresa Secutrans, facturaba cerca de un millón de dólares diarios cobrando infracciones de tránsito, de las cuales el 70% eran inválidas.

El negocio de las fotomultas

Camani logró imponer su negocio gracias a la instalación de 1.500 cámaras en municipios clave de la provincia. El 60% del valor de cada multa iba a parar a sus bolsillos, mientras que solo el 40% restante se destinaba a las arcas municipales.

Para lograr este acuerdo millonario, Camani contó con la ayuda de Mariano Campos, socio de Matías Trejo y exfuncionario del gobierno de María Eugenia Vidal. Campos ocupó los cargos de titular de Vialidad provincial y subsecretario de Transporte bonaerense durante el período 2016-2018.

Según el periodista Mauro Federico, Camani "creció exponencialmente al calor de un negocio que consolidó de la mano de la gestión de Vidal en la Provincia".

Las fotomultas inválidas

El 70% de las actas de infracción realizadas por Secutrans presentaban algún tipo de error o defecto. En muchos casos, las fotos no reflejaban claramente la identidad de la persona o del vehículo involucrado.

Esta situación generó un gran malestar entre los conductores, que denunciaron haber recibido multas injustas. Además, algunos municipios se vieron obligados a devolver el dinero recaudado por las fotomultas inválidas.

La investigación

Actualmente, la Justicia investiga el entramado empresarial de Camani y sus socios. Se busca determinar si hubo algún tipo de irregularidad o delito en la adjudicación y ejecución de los contratos de fotomultas.

El escándalo de las fotomultas ha puesto en tela de juicio el sistema de control de tránsito en la provincia de Buenos Aires. Se espera que la investigación judicial arroje luz sobre este oscuro negocio.